Capitulo XVIII - Tacos sucios.

8.6K 594 427
                                    

Capitulo narrado por Hobie.

Habías estado tan concentrado en lo que había pasado recientemente por la pequeña, pero fuerte chica llamada Verónica, hasta el punto que pasaste por alto como a unos metros no tan lejanos estaba la chica que te gustaba bailando de manera erotica con tu jefe, ni mucho menos pudiste notar la otra pareja que se estaba besando al lado tuyo, Miles estaba dando todo de el.

Pasaste ambas manos por tu rostro y cerraste los ojos hasta arrugar tus parpados, aún no podías asimilar lo que había pasado y la sensación del toque de la chica seguía grabada en tu cuerpo, despertando escalofríos en ti, la chica era peligrosa pero había algo que te hacía sentir atraído hacia ella y algo te hacía querer que el famoso mañana llegara rápido para reunirte con ella nuevamente. 

Terminaste de tomar el liquido que estaba en el fondo de tu vaso e ignoraste el ardor que te hizo asquear un poco, agarraste tu chaqueta que ya no estabas usando por el alcohol que provocó en ti y retomaste rumbo a tu universo, no te tomaste la molestia de despedirte porque las dos parejas se veían bastante ocupadas en lo suyo, una más que otra pero tampoco ibas a pensar mucho en eso. 

(-)

Un rayo de luz molestó tu campo de visión y agarraste una almohada para ponerla en tu rostro para cubrirte, un dolor agudo atravesó en lo más profundo de tu cráneo y te quejaste contra el la tela rellena de algodón, ahogando cualquier ruido en esta misma y quisiste dar un buen inicio a tu día con una tibia ducha y un contundente desayuno, que contenía tanto frutas como líquidos saludables. Te vestiste rápidamente y te sentiste tonto luego de haber estado listo con tanta anticipación, faltaban casi 4 horas y yate habías puesto de tu mejor perfume.

Miraste el envase de vidrio entre tus manos, sólo lo usabas cuando visitabas a Victoria y ahora sin notarlo, lo estabas usando para verte con otra chica, un amargo sabor invadió tu paladar y te dejaste caer casi haciendo peso muerto sobre el sofá, dejando que pudieses sumergirte entre tus pensamientos. Sin duda seguías enamorado de Vicky y lo seguirías en un tiempo más, tu corazón no iba a olvidar años de enamoramiento de un día a otro ya  pesar de que verla con Miguel no te llegó tanto como creíste pero ese pequeño malestar si se instaló muy profundamente en ti, no lo podías negar.

El golpe de realidad fue el que más te afectó pero adorabas lo suficiente a la chica como para preferir la felicidad de ella por encima de tu deseo de que sean pareja, aparte la noche anterior fue suficiente para comprobar que ella estaba bien al lado de Miguel y eso fue más que suficiente para que te quedes tranquilo, de momento. Era cierto que estabas algo feliz de reunirte con Verónica pero no sabrías la razón, pero intentabas que esta no fuese por su innegable parecido con Vicky y el hecho de que ambas se conocieran hacía que tu estomago se revolviera un poco, afortunadamente Verónica supo leer la situación rápido y te hizo el favor de fingir que no se conocían.

Ya había sido suficiente de pensar las cosas, y si podías evitar pensar en Vicky, era mejor que te distrajeras en otro tipo de cosas y así la hora pueda pasar más rápido, tu vista como si de un milagro se tratase fue desviada hasta una consola con algunos videojuegos y tus ojos brillaron, no tardaste en encenderla e instalarla en tu televisión, jugando irónicamente un juego modo historia sobre Spider-man.

La hora pasó rápidamente y en cuanto la alarma de tu celular sonó, dando la señal de que ya era hora de ir a ver a Verónica, de un salto ya estabas de pie y no sabías como habías tomado tus cosas tan rápido, y cómo ya habías viajado al universo donde estaba situado el bar. Acomodaste tus rastas mirándote por el reflejo de algunas de las ventanas que adornaban por fuera y una expresión de disgusto se manifestó en ti, era estúpido que te estuvieses arreglando para ir a verte con alguien que te estaba extorsionando a cambio de su silencio, suspiraste algo agotado de tus propios pensamiento y entraste al lugar.

Yes, Sr. O'hara ─ 𝑀𝑖𝑔𝑢𝑒𝑙 𝑂'ℎ𝑎𝑟𝑎Where stories live. Discover now