Amor bajo llave.

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A primera hora de la mañana Sole despertó gracias a unas inmensas náuseas que la llevaron directo al baño a vomitar todo lo que había cenado la noche anterior.

-¿Todo bien?- preguntó Marisa preocupada al ver la palidez de la muchacha.

-No, creo que este embarazo no será tan amable como el de Alba, nunca me sentí tan mal cuando estuve embarazada de la cangrejito.-

- Deber ser porque son dos niños, el malestar se convirtió en una doble molestia .- dijo la rubia intentando que su hermana riera y lo consiguió.

- No les digas así...-

Luego de desayunar y aguantando las ganas de vomitar nuevamente Sole se encaminó a la salida, Avetrana estaba bastante lejos quería llegar a medio día y tener tiempo suficiente para ver a su hija y hablar con el padre de esta .

- Sole en tu estado no creo que sea prudente que conduzcas tan lejos tu sola...-

Sole quiso responder pero Marisa se adelantó.- No irá sola , yo iré con ella. Alguien necesita controlar a Olimpia si se quiere pasar de lista.-

- Espero que no haya necesidad de un enfrentamiento entre ustedes, quiero creer que ella y yo seguimos siendo amigas muy en el fondo de su corazón debe ser así...-

- Recuerda que te dije que el prometió traer a la niña hoy, no tienes que ir tú....-

- Lo sé, pero ella hoy tiene escuela así que si planea traerla llegará muy tarde y no podré convivir lo suficiente con mi hija, además hay cosas que el y yo tenemos que aclarar. Debo ir yo...- Sole sintió de nuevo ganas de vomitar al pensar en un enfrentamiento con Marcelo.

- Vamos Soledad que nos espera un viaje de siete horas en auto... -

- Mucho cuidado hijas, cualquier cosa no duden en llamarme ... y por favor conduzcan con cuidado en esa carretera.-

- No te preocupes Sonia, Marisa es quien va a conducir sabes que es mucho mejor conductora que yo, todo estará bien... -

- Así es mami no hay nada que temer conmigo al volante.-

Sonia tomó entre sus manos las mejillas de su hija y le advirtió con firmeza.- Cuida bien de tu hermana, llevados niños en su vientre piénsalo bien.-

- ¡Basta mamá me podré nerviosa por tu culpa !-

- Ya vámonos Marisa...- dijo Sole con una sonrisa divertida.

En medio de la carretera se permitió sentir los nervios que quería ocultar, recordó lo que dijo el médico del estrés y como si pudiera mandar sobre sus emociones trató de controlarlas , organizarlas, disuadirlas, quiso lograr que le afectaran lo menos posible.

Aunque el saber que lo vería pronto hizo que el corazón le latiera con fuera y el estómago se le llenara de mariposas.

Marisa al ver el semblante taciturno de su hermana decidió hablar de cualquier cosa que se le pasara por la cabeza, puso música, algún que otro podcast, y sin pensarlo cerca de la una de la tarde la hermosa playa que acompañaba el hotel apareció ante sus ojos.

Apenas salir del auto Sole se tuvo que apoyar en el pues un mareo estuvo apunto de hacerla caer.

- ¡Señora Sole!- una de las empleadas del lugar la reconoció y acudió a saludarla.

- Hola Erica... - ¿ Sabes si mi hija regresó ya de la escuela?-

- Ella y el señor llegaron hace poco, los ví jugando en la playa como todos los días desde que usted no estuvo... me da gusto verla de nuevo por aquí...-