17.

39 6 4
                                    

Avetrana, comenzar de nuevo.

Sole escuchó las indicaciones del piloto, estaba por aterrizar en Roma, masajeó sus ojos cansada no había podido dormir en todas esas largas horas, la cabeza le dolía tanto que sentía leves punzadas, una niña a su lado llamó su atención, no dejaba de ver su anillo de compromiso, hasta ese momento había sido conciente de el, sonrió con ternura.

- Te gusta...?- la niña se sonrojó al saberse descubierta.

- Sí, es muy bonito.- Sole se lo quito con rapidez.

- Te lo regalo.- la niña abrió mucho los ojos y se lo puso de inmediato, Sole aguanto una leve risa al ver que no le quedaba.

- No me queda porque soy chica y tú eres grande...- ella meditó unos segundos para encontrar una solución y una cadena que colgaba de su cuello fue la respuesta.

- Así luce más lindo verdad?- la niña asintió varias veces satisfecha al verlo en su cuello.

Habló varios minutos con la niña y su madre, cuando el avión aterrizó y los pasajeros bajaron se despidió con cariño de la pequeña que felíz con su regalo se marchó sin saber que con ella llevaba una promesa que nunca se cumpliría.

Su celular no dejaba de sonar, todas eran llamadas de Gabriel o de alguien de su familia , aunque hubo una que llamo su atención, era un número que no conocía cautelosa marcó el número esperando colgar si era alguien a quien quería dejar atrás.

- Habla fabrizio que se le ofrece?- Sole quiso reír por lo extraño que era, a ella le habían marcado de ese número aunque bueno podía ser una equivocación.

- Creo que ha ocurrido un error, verá yo recibí una llamada de este número, pero en fin, que tenga linda tarde.- la voz aguda del hombre la detuvo y ella tuvo que separar un poco el teléfono ya que hacía que le doliera más la cabeza.

- Espera ya se quien eres! Sole Greco! He intentado comunicarme con usted desde hace días.- Sole se sentó en un lugar que encontró, el aeropuerto era grande y lleno de gente por lo que todos querían salir y ella había estado estorbando .

- Sí, soy yo... pero usted quién es?-

- Habla Fabrizio.- respondió el hombre como si se conocieran de toda la vida.

- Ya... Pero que tengo que ver yo con usted...?-

- Soy abogado y administrador de su difunta madre la señora Diletta.- escuchar el nombre de su madre le provocó unas ganas inmensas de llorar.

- Entiendo, que puedo hacer por usted Fabrizio?-

- Necesito que firmé unos documentos para acceder a su herencia, aunque supe que reside en México.-

- Bueno justo llegue a Roma hoy, puedo pasar a verlo en cuanto me instale...-

- Perfecto!- soltó el hombre provocándole dolor de nuevo.

- Podría darme la dirección de su oficina?- Sole escuchó atenta al hombre, que se encontraba en una ciudad desconocida para ella, Avetrana.

- Bueno yo le buscaré en unos días y le pido de favor no llame a este número no lo voy a conservar, yo me comunicaré con usted...-

- Claro muchacha solo te pido no tardes mucho en venir, hay un asunto muy importante que debemos tratar...-

- Enserio y que cosa es...?- Sole bufó molesta, Fabrizio ya le había colgado.

No tardó mucho en llegar a un hotel, apenas entro a la habitación vació su mochila, solo tenía dos cambios de ropa y poco dinero no duraría más de una semana con eso , sin saberlo su madre le sería de mucha ayuda para volver a hacer su vida.

Amor bajo llave.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora