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Nuestro secreto.

Dos años atrás...

Días atrás había celebrado cumpleaños número tres de su hija, la niña estaba creciendo fuerte, sana y hermosa.
Tan idéntica a su abuela y a su padre, tenía la cabellera rojiza que había caracterizado a Diletta  y que a su vez distinguía a su hermana Gala y su pequeña sobrina. Unos ojos grandes y expresivos como los suyos probablemente eso era lo único que esa niña tenía de ella, pero lo que hacía que nadie pudiera negar quien era su padre eran los inconfundibles ojos azul mar, idénticos a los de Marcelo, preciosos y profundos como el océano.

Y esa noche una de las pocas en que se permitía no ser una madre y no ser la dueña del hotel, menos la mujer que esperaba todo el tiempo el regreso de su hombre. Sabía a quién buscar y como todas las veces que coincidían le haría olvidar un poco quien era. Gabriel la estaba esperando en la puerta de su nueva galería, aún no inaguraba y necesitaba su aprobación, al verla sonrió y levantó la mano en la que portaba una bolsa, Sole sonrió e imitó el gesto.

- Creí que no vendrías.- dijo el algo nervioso.

- Dudé en venir pero me convenciste cuando dijiste que necesitas mi opinión, yo soy hotelera poco se de arte...-

- Creo que tienes un talento inato en el ámbito artístico.-

- Tuve dos buenos maestros, tú y Gala me enseñaron todo lo que se Gabriel.-

Ambos recorrieron los pasillos del lugar, pisos de mármol y paredes de un blanco tan pulcro, el lugar era precioso y la ausencia de color se compensaría con las pinturas que serían expuestas próximamente.

- La iluminación es muy buena. - admitió ella divertida mientras encendía y apagaba las luces.

- Sigues siendo una niña.- se burló Gabriel.

- Es curioso, a veces siento como si tuviera cuarentena años...-

- Hey... no te invité a venir para que estés triste.- dijo el peligrosamente cerca de ella.

- Tienes razón, traje la comida que me pediste y tu me prometiste una botella de tequila.- lo apuntó ella divertida.

- Directa de México hasta tus manos.- le mostró el divertido una botella de una clásica marca mexicana.

- Extraño tanto México... He pensado en llevar a Alba en las próximas vacaciones, pasará unos días con los padres de Marcelo y no está tan lejos Monterrey. Creo que son 6 horas a lo mucho de distancia...-

- Creí que no querías pasar tiempo con esas personas...-

- Es extraño lo mucho que te cambia la maternidad, siempre pienso en su bienestar antes que el mío... Y son sus abuelos después de todo, quiera o no deben formar parte de su vida. Aunque me amenacen constantemente con quitarme su custodia...-

- Son unos egoístas, no comprenden el peso que llevas sobre tus hombros...-

- En eso estamos de acuerdo Gabriel, nadie lo entiende. Todos los días despierto pensando en mis responsabilidades, manejar el hotel y que este siga funcionando como hasta ahorita para que mi hija tenga un patrimonio en el futuro, en educarla para que sea una mujer de bien, mejor de lo que yo fuí alguna vez... y después rogar al cielo porque el despierte, es tan... difícil y yo me estoy cansando. Enserio siento que ya no puedo...-

Gabriel la atrajo a sus brazos y  la apretó fuertemente buscando consolarla y de pasó buscando un poco de consuelo para él, una manera de controlar el fuego que lo consumía por dentro, lo que el amor por ella hacía en el.

Amor bajo llave.Where stories live. Discover now