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Un sol en medio de la tormenta.

La tarde se iba pintando de colores grises y oscuros sobre el horizonte marino, el viento golpeaba fuerte y las olas embravecidas rompían en la arena, una tormenta estaba cerca ya había sido anunciada, en Villa Nascosta el ambiente siempre había sido pacífico pero ahora junto a esa tormenta había llegado Gabriel y su esposa y la paz de Sole se había esfumado.

Gabriel aún no podía creer lo que veía, la mujer que lo miraba con rencor, se veía algo mayor a la niña que había huído de México, su cabello sujeto en esa coleta alta dejaba ver su cuello y el vestido azul algo corto junto a ese mandil blanco con el nombre del lugar bordado le hacían saber que ella pertenecía ahí.

- Que haces aquí?- Sole no titubeó a la hora de enfrentarlo.

- La verdadera cuestión es saber qué haces tú aquí, te busqué durante meses sin saber que estabas en este lugar tan remoto...-

- Buscarme? Tú y yo no tenemos nada que hablar...-

- Claro que sí y lo sabes.- Gabe trató de acercarse a ella pero la hizo retroceder.

- No vuelvas a tocarme.-

- Está bien no lo haré...- dijo el alzando las manos en son de paz.

- Toma a Gala y váyanse de aquí...-

- No te interesa ver a tu hermana?- preguntó el decepcionado.

- Ella ya no es mi hermana, hace mucho que dejó de serlo...-

- Somos tu familia!- ella lo miró indignada.

- Eres un cínico... de verdad no creo soportar más tú presencia, vete.-

- Hace tanto que debemos hablar, lo que pasó aquella noche...-

- Eso ya quedó en el pasado, tú y yo solo fuimos un error, ahora estás casado y tendrás un hijo...-

- Quiero que conozcas a mi hija...- Sole dejó de hablar, así que tendría una sobrina.

- Una niña?-

- Una niña...- confirmó Gabriel con una tímida sonrisa.

- Te ves muy felíz Gabriel tienes todo lo que habías soñado...- dijo ella con amargura.

- Me faltas tú, nos faltas tú...- Sole se mordió los labios para evitar llorar, cada palabra se le clavaba como un puñal en el alma.

- Yo pertenezco aquí, mi familia está aquí.-

- Eres la mujer de ese hombre, de ese tal Marcelo.- el no lo preguntó, al contrario lo afirmó recordando la noche anterior.

- Así es...-

- Te trata bien, eres felíz a su lado Sole?- ella asintió sin dudar.

- Mucho. El me regresó la alegría que tú me quitaste, me ama de verdad en el no hay dudas, para el no soy un error...-

Gabriel asintió con un nudo en la garganta, con la impotencia de saberla perdida, de saber que había sido todo culpa suya.

Se acercó más a ella y tomó su mano ante la mirada llena de miedo en la castaña, sus pieles se reconocieron al instante, una leve corriente los sorprendió, Sole ya no se apartó y Gabriel aprovecho para acariciar su mejilla, ahí estaba esa niña que tanto amaba, solo que ahora ya no lo veía con amor.

- Te he hechado tanto de menos, sabes que eres muy importante para mí... no hay noche en la que no piense en el daño que te hice y en lo que daría para reparar mi error...-

Amor bajo llave.Where stories live. Discover now