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Un año.

Algunas semanas habían pasado luego de aquél incómodo suceso, y aunque Sole cooperaba más con su cuidado, aún así Marcelo estaba muy al pendiente de ella, cada día el cariño que sentían el uno por el otro crecía, ella confiaba en el como no había confiado antes en nadie, claro sin contar a Gabriel.

La salud de ella mejoró considerablemente, había pasado el tiempo suficiente para una nueva revisión y asegurar que todo había salido como debía, Sole asistió al médico con su fiel amigo a lado de ella, como había hecho desde que se conocían.

- El tejido superficial ha cicatrizado perfectamente, y según los estudios no hay presencia de actividad cancerígena.- Sole abrazo al doctor de manera impulsiva.

- Perdone... es que no puedo creer que todo haya terminado...-

- Tuviste mucha suerte muchacha, ahora agendaremos algunas citas que tendremos en los próximos meses, está bien?- Sole asintió contenta.

- Doctor he leído sobre implantes y reconstrucciones en los pechos, podría ser mi caso ?- el hombre asintió aún apuntando en la agenda las citas que tendrían.

- Tú caso puede ser candidato en la aplicación de implantes, pero debemos esperar un poco más...- ella asintió conforme pero una nueva duda la asaltó.

- Y cree que ya pueda trabajar?-

- En que trabajas?-

- Bueno ayudo a Marcelo en el hotel, en lo que se ocupa, mayormente soy mesera... cree que ya pueda cargar bandejas?- el hombre lo pensó unos segundos y asintió.

- Siempre que no te excedas podrás trabajar, aunque debería comentarlo con Marcelo...- Sole negó de manera rotunda.

- Marcelo no ha querido que mueva un dedo en estas semanas, no dejara que trabaje, pretendo hacerlo de sorpresa, así no podrá negarse.- ambos rieron pensando en el hombre que justo en ese momento entró y los miró relajado.

- Listo Sole ya volví, podemos empezar...- Marcelo había pasado a dejar presentes a algunos pacientes que conocía.

- Ya terminamos Marcelo.- el la miró fingiendo molestia por no esperarlo, pero el verla así de sonriente y relajada lo hizo desistir.

- Todo bien...?- preguntó Marcelo a ambos, ella y el doctor compartieron una mirada cómplice y asintieron.

- Todo perfecto...-

Salieron juntos del hospital, en el camino el sueño venció a Sole, Marcelo se dedicó a observar como dormía en paz, las últimas semanas habían sido difíciles para ella , para estar más presente en su vida la había convencido de pasar unos días en su casa, de alguna manera ahora sentía que ese espacio le pertenecía, su presencia lo había vuelto un hogar, había llegado a complementarlo.

Al día siguiente antes de que Marcelo despertara cosa que hacía muy temprano, Sole se levantó con el ánimo por los cielos, una mini falda que cubría lo necesario, unas sandalias de tiritas que subían por sus tobillos, una blusa rosa en extremo grande que ayudaba a disimular la ausencia de sus pechos y una coleta alta que dejaba ver su cuello, el cabello ya había crecido bastante y estaba reconciderando el volverlo a teñir, se observó unos segundos en el espejo y por primera vez en meses se sintió bonita y agusto con su cuerpo, ya no odiaba esas cicatrices que estaban donde habían estado sus senos, ahora la llenaban de orgullo, eran la prueba de que había salido victoriosa, de que estaba viva.

Con maestría preparó el desayuno, tomo rápidamente un vaso de jugo de naranja y tomó sus medicamentos, dejó una nota deseándole un buen día a Marcelo y a Oli, quién no tardaba en llegar a desayunar también, era una costumbre que habían adquirido, desayunar los tres juntos, bueno los cuatro ya que Oli estaba embarazada, charlaban de sus días de trabajo y algunas anécdotas, Sole siempre los escuchaba fascinada, cada día los amaba más pues le daban una familia, una de verdad llena de amor y alegría,  aunque el recuerdo de la que ella había dejado en México siempre regresaba a su mente ella se dedicaba a ignorarla, no quería empañar su tan preciada felicidad.

Amor bajo llave.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ