Amor bajo llave.

34.

Lo que no debió continuar.

Dos meses más habían pasado, Ángela crecía sana, lejos habían quedado los temores sobre su salud.

Gala pasaba cada día engañandose un poco más, era doloroso ver la realidad, su mente luchaba aún por creer que tenía un maravilloso matrimonio. No podía quejarse de Gabriel cómo padre, pues era excelente, se esmeraba en atender a su hija, pero como esposo, como hombre, hacía tanto que lo había perdido.

Diciembre estaba cerca y a pesar de que el invierno aún no comenzaba, el frío ya estaba visitando la ciudad, Gabriel pasaba largos ratos en el jardín perdido en sus pensamientos, con temor y angustia Gala decidió que era el momento de enfrentar la realidad y despertar de una vez por todas de su fantasía.

- Ven a dormir, si pasas mucho tiempo aquí afuera te vas a congelar.- Gabriel ni siquiera la miró.

- Estaré un rato más aquí...-

- Pero Gabe...-

- Ve a dormir Gala, necesitas descansar...-

- Necesito a mi esposo, te necesito Gabriel...-

Gabriel guardó silencio pues no sabía que responder, el no se sentía presente, estaba perdido, todo en su mente era un caos constante, pasaba el tiempo en fantasías, dónde estaba Sole a su lado, luego de aquél beso, un beso que le había devuelto la vida pero se la había arrebatado al mismo tiempo, Sole se había ido y con ella se había llevado su esencia.

- Gala, no se qué pasa conmigo, no dejo de pensar en...-

- En Sole, verdad?-

Gabriel se levantó y se acercó a su esposa, Gala se abrazaba a sí misma pero no era el frío lo que estaba lastimándola, era la ausencia de Gabriel.

- Creo que debemos tomar un tiempo separados Gala, analizar nuestra vida, saber que rumbo tomaremos como pareja.-

Gala negó convencida, sabía que eso no resolvería nada.

- Yo tengo muy claro todo Gabriel...-

- Gala...-

- No más confusión, tienes que decidir en este momento lo que quieres.-

- Como podría decidir en unos segundos...?-

- Sole me dijo lo que hiciste...- Gabriel no esperaba eso y Gala sonrió con tristeza el nunca se lo iba a contar.

- Ella y yo...-

- No Gabriel, ella no. Tú, tú la besaste... ella tiene bien claro que ama a su prometido y yo le creo.- la cara de celos que Gabriel hizo lastimó más a Gala.

- Ese hombre es mucho mayor que ella.-

- Eso que importa?- preguntó ella indignada.

- Es tu hermana menor no te preocupa la edad de ese tipo?-

- Se aman, eso es lo que no puedes tolerar? Que sea Marcelo quién duerme con ella todas las noches, que sea él quien la bese, quién comparte sus caricias...?-

- Basta Gala!-

- Ay Gabe que tonta he sido... hace tanto que te perdí, y aferrarme a ti solo me ha lastimado más...-

- Que quieres decir?- preguntó el con miedo.

Gala lo encaró con valentía, ya no quería perder el tiempo ni ser el consuelo de alguien que no la amaba, necesitaba empezar por amarse ella misma, de ahora en adelante tenía que ser un ejemplo para su hija y sus hermanas menores.