Amor bajo llave.

9.

Tan puro, tan prohibido.

Por la noche llego a casa felíz, con la magia del amor recorriendo su cuerpo y su alma.

No había mejor sensación en el mundo que el amor, aún sentía a Gabriel en su cuerpo, el calor de sus caricias, el sabor de sus besos, pero sobre todo en su mente resonaban las palabras de amor que se habían dedicado, ambos habían descubierto que el amor había nacido años atrás, claro que su situación era distinta, pero ahora no había nada que impidiera estar junto a el, la sonrisa de enamorada no la había abandonado desde entonces, hasta que vio a su papá , este caminaba hacia ella con gesto serio.

El miedo de saberse descubierta, la tomo por sorpresa, un sudor helado recorrió su espalda, las manos le temblaban y su boca se había quedado sin palabras.

- Sole dónde estabas...?-

- Este...yo...bueno, es que...- su padre no la dejo hablar y empezó a caminar al despacho, ella esperando lo peor lo siguió.

- La directora me comentó sobre tus calificaciones, fueron muy malas hija.- Sole entró después de él y cerró la puerta nerviosa, pero al escuchar eso quedó perdida en la confusión.

- Cuando hablaste con ella...?-

- Le pedí de favor estar al pendiente de tí.- dijo su padre como si fuera lo más normal del mundo.

- Papá estuve tres años en otro país, está siendo algo complicado para mí adaptarme de nuevo a este...- recordó las palabras de Gabriel y sintió alivio al ver que funcionaban con su padre.

- Lo supuse y es por eso que conseguí un tutor para tí, alguien que comprende tanto la educación en Italia cómo aquí en México...-

- Papá no es necesario de verdad...-

- Lo es, Gabriel tiene mucho tiempo libre por las tardes y se ofreció para ayudarte con eso.-

Sole abrió mucho los ojos, quiso reír de felicidad por poder pasar más tiempo con el, pero al mismo tiempo se quedó muda tratando de no ser obvia en lo feliz que la ponía esa noticia.

- Si tú lo crees necesario así se hará...- se levantó mientras su padre la analizaba curioso, algo anda diferente con ella pero no sabía que.

Al día siguiente , despertó gracias a un ajetreo, las voces de Marissa, su padre y Sonia se oían fuerte, se levantó y camino hacia el ruido.

- Mamá  llévame contigo!- Marissa abrazaba a su madre por la rodilla, Sonia reía sin parar contagiandola a ella con su energía.

- Buenos días...- Marissa vio a sole y se le lanzó como siempre.

- Hermanita postiza! Que bueno que despiertas... están a punto de abandonarnos!- Sole la miró sin entender y fue hasta que su padre bajó con maletas que se preocupó.

- Sole que bueno que estás despierta...-

- Que sucede papá...?-

- Tenemos que viajar a Italia cariño, Gala descubrió un testamento que dejaron los abuelos , los padres de tu madre.- Sole escuchó esa información con curiosidad, sus abuelos habían muerto cuando ella era una bebé, así que realmente no sabía nada de ellos.

- Debería ir con ustedes papá?- este negó de manera rotunda.

- Prefiero que estés aquí , necesitas recuperar tu buen promedio, además no sé qué es lo que incluya ese testamento podría ser nada.

- Nos quedaremos solas?- preguntó Marissa con entusiasmo.

- Eso ni lo pienses muchachita.- Sonia la miraba con gesto severo y ella conocía a su hermanastra probablemente ya estaba pensando en alguna fiesta.