8.

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Tuyo.

Los días después de ese mágico encuentro ambos apenas se habían visto, la escuela absorbió a Sole, había creído que sería fácil ya que tenía buenas calificaciones en Italia, pero al ser países diferentes sus materias también lo eran.

Gabriel por su parte estaba inmerso en la galería de su familia, los cuadros estaban vendiendose mejor de lo que habían esperado, algunos compradores incluso preguntaron por la jóven pianista que había tocado en la inauguración eso lo hizo sentirse orgulloso por ella y era ahí donde comenzaba a pensarla , después de la escuela solía pasar la tarde en su oficina o creando nuevas pinturas, pero al estar en su oficina solo podía pensar en ella, como lo había seducido, cómo se había entregado a él.

Ambos por separado revivían ese momento una y otra vez, deseando repetirlo , el amor no era un sentimiento que no hubieran experimentado, al menos Gabriel ya había amado a una mujer de manera intensa, había planeado una vida junto aquella pelirroja, pero ahora junto a Sole sentía que nunca había experimentado algo así, los besos de la pelinegra, sus caricias, todo aquello lo despertaba por las noches, anhelando tenerla junto a él.

En la escuela compartían algunas miradas y sonrisas , sin embargo lo ocupado de sus vidas no les había permitido estar juntos ni 5 minutos, aquella tarde Sole lo observaba explicar el tema de ese día, el pantalón negro se ceñía al cuerpo de Gabriel cómo un guante marcando sus trabajadas piernas y trasero, la camisa blanca de mangas largas que el había doblado hasta la mitad de su brazo, dejaba ver su ancha espalda, el era delgado aún así su cuerpo era perfecto... y ese rostro tan hermoso, era como ver a un ángel.

Gabriel podía sentir la mirada de la chica acariciar su cuerpo, era algo tan irreal nunca había sentido esa conexión con alguien, podía sentirla a pesar de la distancia que los separaba, giro hacia, sus alumnos escribían concentrados, ajenos al juego de miradas entre ellos dos, ella al verse descubierta le sonrió en modo de disculpa, el le sonrió de vuelta deseando besarla.

Un sonido en la puerta los hizo volver al mundo real, la maestra Lidia venía cargando una caja llena de exámenes, la mujer miraba a Gabriel cómo alguien ve a un postre, Sole lo notó y sintió un leve sentimiento posesivo por el, los vió cruzar algunas palabras y reír, ella conocía bien ese tipo de gestos en las mujeres, de manera descarada la chica le coqueteaba a Gabriel, el entro con la caja y sintió la molestia de Sole, le devolvió la mirada con interrogación, ella desvío la mirada molesta y Gabe tuvo que hacer un esfuerzo por no reír, ella estaba muy celosa.

- Bien alumnos, la maestra Lidia me hizo entrega de sus exámenes de historia, química e inglés pasaré por sus lugares para que los vean y si tienen alguna duda resolverla...- Gabe pasó por los lugares y al estar junto a ella su aroma lo envolvió, la necesidad que tenía por esa niña era tan fuerte, no podía resistir más días sin ella.

Sole tomo sus exámenes rozando accidentalmente su mano con la de Gabriel, sus ojos se encontraron y fue casi mágico, podía adivinar lo que el sentía, pues ella también lo necesitaba, el se alejó dejándola con ganas de besarlo, empezó a ver sus calificaciones y su gesto se torno en preocupación, sabía que podría salir mal al principio pero no sabía que tanto , un recado en un pequeño papel al final de su último examen llamó su atención... "te espero más tarde en mi oficina..."

El día escolar terminó, ella estaba ansiosa por verlo de nuevo, con prisa llegó a un lugar y compro comida para compartir con el, ya en la galería la secretaria de Gabriel la reconoció, el le había dicho que al llegar ella tendría la tarde libre así que ella también estaba ansiosa por la llegada de esa niña.

- Hola, Gabriel está esperándome...- la secretaria sonrió feliz de poder irse a casa.

- Claro, pase señorita...-

Amor bajo llave.Where stories live. Discover now