Amor bajo llave.

14.

Verdad expuesta.

Gala había pasado los últimos meses soportando las negativas de Gabriel, el saber que aunque insistía el no la dejaba acercarse, Sole por su parte se veía radiante y feliz con su relación clandestina.

Constantemente se cuestionaba, tenía dudas como toda su vida, tal vez debía aceptar que lo había perdido, pero como dejar ir algo que estaba arraigado en su corazón.

El cáncer esa maldita enfermedad se había llevado a su madre y ella sentía que en aquel tiempo era responsable de velar por ella y su hermana, decidió sacrificar lo que más amaba, había dejado a Gabriel y con ello sus planes de un futuro por el que ambos habían luchado.

En sus antiguos planes, ella sería una gran maestra de arte y el sería el mejor pintor, ambas cosas se estaban cumpliendo pero por separado.

Gala lloraba cada noche odiando al destino por esa mala jugada, la tachaban de egoísta por haber alejado a Gabriel de su vida cuando su madre enfermó, pero si tan solo hubieran estado en aquellas noches eternas en las que su madre enfermaba terriblemente, en cada crisis, en cada quimioterapia, si hubieran visto como se le iba la vida, si la hubieran encontrado muerta como ella lo hizo, entenderían el dolor que eso significaba, ella no podía darle eso a Gabriel el no merecía el calvario que ella pasado , esa había sido la razón de su rompimiento.

En las últimas semanas había insistido en enviar a Sole al extranjero, endulzó el oído de su padre hablándole de grandiosas escuelas y el como siempre estaba de acuerdo en lo que ella dijera, su hermana por el contrario permanecía callada, guardando toda la verdad que ella ya conocía.

Gala había llegado a la conclusión de que Sole no podía amar a Gabriel, era tan joven, tan niña para sentir algo de semejante magnitud, así que el enviarla lejos serviría para eliminar ese error, así todo volvería a la normalidad, Gabriel volvería a ella y terminaría con esa agonía que la estaba matando poco a poco.

Ese pensamiento la había mantenido tranquila, segura de que así pasaría. Pero esa noche algo en ella explotó, el dolor y la angustia que llevaba guardando aquellos meses de haber descubierto a los amantes salió rápido e incontrolable.

Sole hablaba animada con Marissa, le mostraba un anillo en su dedo, su hermanastra emocionada la abrazaba y gritaba de la emoción.

Gala dejó de respirar, no podía ser lo que ella creía, Gabriel no podía haberse atrevido a tanto, ya no quiso callar, ya no pudo esperar.

La puerta de la habitación golpeó fuerte la pared cuando ella la abrió, Marissa empalidecio más si era posible, Sole abrió los ojos atónita, ningúna pudo hablar a excepción de Gala que tenía mucho que decir.

- Marissa sal de aquí.- la rubia dudó unos segundos pero al ver que Sole asentía salió.

- Gala yo creo saber lo que piensas pero debes de saber que iba a decirtelo, ambos íbamos a decirtelo...- la mano de Gala se estampó violentamente en el rostro de la menor.

- Que me dirías? Sí lo he sabido desde hace meses. Te di tiempo para reflexionar y no lo hiciste, me has traicionado de la peor manera, nunca, créeme que nunca espere algo tan bajo de tí!- Gala temblaba tratando de no irse encima de Sole.

- Gala yo no busqué esto, yo me enamoré de él desde que lo ví, incluso cuando no sabía quién era...- otro golpe se  estampó en la mejilla de Sole.

- Soy tu hermana maldita sea! Eres una maldita egoísta, siempre has sido la misma caprichosa llena de odio hacia mi, lograste vengar tus rencores , ganaste, te saliste con la tuya me has dado donde más me duele.- Sole negó entre lágrimas, esa no era la manera en que esperaba que todo se supiera.