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TaeHyung miró de reojo a su falso esposo intentó contener el pánico con todas sus fuerzas

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TaeHyung miró de reojo a su falso esposo intentó contener el pánico con todas sus fuerzas.

La conocida falta de aliento y los atronadores latidos de su corazón la avisaron del peligro. Tragó saliva, ocultó el rostro tras el ejemplar Italiano de Vogue y rezó para mantener la compostura. Detestaba la idea de que alguien estuviera al tanto de semejante debilidad, sobre todo Jungkook. La locura del plan cayó sobre él como una tonelada de ladrillos en cuanto despegó del Jet privado de Jungkook. Le picaba el dedo por la alianza de platino, y el diamante de dos quilates refulgía como un iceberg sobre el que incidiera la luz del sol. La farsa parecía factible en casa de JiMin. Sin embargo, un día después y con una alianza, un esposo que no lo era y una familia a la que engañar, se dio cuenta de que era un idiota de campeonato.

¿En qué mierda se había metido?

¿Y qué le pasaba a los Min que tenían que recurrir a matrimonios fingidos?

Cuando YoonGi le contó que tenía que casarse para heredar la empresa de su Tío, Genius Enterprises, se partió de la risa. Menos mal que emparejarlo con JiMin resultó ser su mejor decisión, sobre todo cuando se enamoraron y su matrimonio se volvió real.

Por supuesto, el único motivo por el que JiMin accedió a contraer un matrimonio de conveniencia con su hermano fue para salvar a su familia. Taehyung no tenía un motivo altruista como salvar un negocio familiar o el hogar familiar.

Pero tienes la posibilidad de proteger a tu familia –le dijo la voz de la razón.

JiMin y YoonGi tenían algo auténtico. Jungkook era una amenaza constante. Su arrolladora sonrisa, su melodiosa voz y sus ojos sensuales e incitantes envolvían a su mejor amigo en una falsa burbuja de protección. Y por fin sus sospechas se habían confirmado.

Había admitido que quería a su mejor amigo.

Cuando los escuchó pronunciar esas palabras, un extraño dolor se le clavó en el corazón. Era una ridiculez, por supuesto, y se había apresurado a ocultar esa vergonzosa emoción. Cómo no, él lo había adornado diciendo que eran amigos, pero lo hizo para distraerlo. Un hombre tan poderoso como el Conde nunca se contentaría con quedarse al margen, no si creía que tenía una oportunidad de conseguir al omega que quería. Taehyung no podría vivir consigo mismo si no utilizaba todas las armas a su alcance para mantener a Jungkook lejos de su familia.

Pero ¿a que precio? Al conocer a sus hermanos y a su madre. Al de dormir en la misma habitación. ¿Al fingir ser alguien que no era?

Apretó la revista con los dedos y comenzó a inspirar por la nariz para espirar por la boca. El psicólogo al que se había obligado a ir le había recomendado que hiciera yoga y ejercicios para reducir el estrés. Se negaba a tratarse con pastillas y a que la ansiedad pudiera con él. De modo que comenzó a contar hacia atrás desde cien para desterrar la ridícula sensación de que le faltaba el aire y así poder tranquilizarse. Se imaginó que el corazón le latía más despacio y comenzó a respirar.

𝙇𝙖 𝙏𝙧𝙖𝙢𝙥𝙖 | 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora