30

769 94 8
                                    

Taehyung estaba tumbado en la cama, con la vista clavada en el techo

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Taehyung estaba tumbado en la cama, con la vista clavada en el techo. Había tomado una decisión firme.

Se largaba.

Aunque su lobo lloriqueara por alejarse del Alfa.

Desde que había puesto un pie en la casa de los Jeon, había perdido el norte. Se había visto envuelto en los dramas familiares y, de un modo muy raro, había empezado a preocuparse por ellos. Eso no era nada bueno. Debía lograr distanciarse de Jungkook y acostumbrarse a la idea de que ya no estaría a su lado. Jamás volvería a acercarse a JiMin. Le daba igual lo que intentara hacer para escaquearse del trato él se aseguraría de que cumpliera su promesa. Además, lo último que necesitaba era llorar por un Alfa que quería cosas distintas de él.

Porque quería otras cosas, ¿no?

Con la cabeza hecha un lío, se puso de costado y gimió. ¿Por qué comenzaba a tener dudas? Su decisión de acostarse con él y de sacárselo de la cabeza había resultado desastrosa. Una sola noche y ya le importaba demasiado. ¿Y si se colgaba de él? ¿Y si empezaba a tener ideas desquiciadas acerca del amor, la estabilidad y una marca?  Que sí, que le había dado un montón de orgasmos y lo había satisfecho físicamente. Pero ¿y su corazón? ¿Soportaría semejante golpe?

No. Tal vez fuera un cobarde, pero cuando Jungkook volviera, él se subiría en el siguiente avión de vuelta a casa. Diría que su madre había enfermado. O se inventaria una muerte en la familia, algún tío lejano. Cualquier cosa para poner mucha tierra de por medio.

Alguien llamó a la puerta. Se sentó, presó del miedo.

–¿Quién es?

–Jinyoung. ¿Puedo pasar?

–Claro.

El hermano de Jungkook entró y se sentó en la cama. Taehyung sonrio al ver la expresión feliz de su cara. Por un rato habia dejado de lado su humor sombrío y parecía muy contento. Llevaba un maquillaje sutil, y una ropa favorecía las curvas de su cuerpo, algo que no conseguían las camisetas y los pantalones anchos que solía llevar. Al menos había conseguido ayudar a Jinyoung un poco. Era algo en lo que no había metido la pata.

–¿Como lo has pasado? –le preguntó – Y antes de que contestes, mejor que te lo hayas pasado genial. Anoche tuve que lidiar con tu hermano y todavía no me he recuperado.

El menor soltó una carcajada y se cruzó de piernas. Tenía una expresión emocionada.

–Taehyung, fue genial. ¡Adoro a Giada! Es fantástica. Y muy hermosa. Y los chicos fueron muy simpáticos. Era un grupo muy grande y no me sentí incomodo. Y ¿Sabes que? ¡Me dijeron que seria un modelo fabuloso!

El mayor sonrió.

–Lo serias, pero no creo que te gustará como profesion, Jinyoung. Personalmente, creo que te irá mejor con los estudios universitarios y con tu arte. Tienes mucho talento.

𝙇𝙖 𝙏𝙧𝙖𝙢𝙥𝙖 | 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙑Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt