𝙇𝙖 𝙏𝙧𝙖𝙢𝙥𝙖 | 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙑

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El sol era una bola anaranjada sobre el horizonte. Taehyung se encontraba delante del cura en la terraza trasera. En unas pocas horas los hermanos de Jungkook habían transformado el patio con una sencillez y una elegancia que lo dejaban sin aliento. Entre los farolillos de papel, cuya luz le confería un aire íntimo al pasillo, colgaban varias cestas llenas de distintos colores. La madre de Jungkook estaba sentada en un sillón, recostada en varios cojines, con una colcha confeccionada a mano sobre el regazo. Sus hermanas lucían unos coloridos vestidos y llevaban diminutos ramilletes de azucenas mientras recorrían el pasillo delante de él, pero no comprendió que su vida estaba a punto de cambiar hasta que reparó en el que iba a convertirse en su auténtico marido en breve.

Jungkook llevaba un esmoquin negro que resaltaba sus anchos hombros y fuerte torso. Se había recogido el pelo en una coleta, y sus duras facciones se suavizaron cuando empezó a mirarlo con admiración. El traje blanco se amoldaba a su figura. El Alfa le cogio la mano y le besó la palma. El gesto le provocó un escalofrío por el brazo. Jungkook esbozó una leve sonrisa al percatarse de la conexión. Después, se colocó la mano en  el brazo, como si lo creyera capaz de salir huyendo. El cura se volvió hacia ellos y dio comienzo a la ceremonia. Las palabras se mezclaron unas con otras, deprisa, hasta que comenzó a pronunciar sus votos.

Para lo bueno y para lo malo...
En la salud y en la enfermedad...
Para honrarte y respetarte...
Hasta que la muerte nos separe...

Los pájaros trinaban en los árboles. Dante, estaba sentado junto a él, lo miró con cara aburrida mientras se lamia una pata y esperaba a que la humillante escena acabará. Soplaba una brisa cálida que parecía burlarse de sus palabras y las arrastraba hacia las montañas. Se hizo un profundo silencio en el patio mientras la familia Jeon esperaba.

–Sí, quiero.

El beso fue muy breve, pero cuando Jungkook levantó la cabeza, se quedó sin aliento al ver la satisfacción que brillaba en sus ojos negros. No tuvo tiempo para meditar al respecto, porque lo empujaron a sus a sus brazos y le dieron una copa de champán mientras la verdad resonaba por todo su cuerpo.

Lo quería

Lo queremos.

Estaba enamorado de Jeon Jungkook. De verdad.

Estamos enamorados de Conde Jeon Jungkook.

Jihyo chilló de alegría, aferrada a la mano de Daniel.

–¡Estoy super feliz! Y ahora vamos a darles una sorpresa. Los vamos a enviar a nuestra segunda residencia en el lago para la noche de bodas. Necesitan un poco de intimidad y no preocuparse por los familiares que están durmiendo en la planta baja–le entregó las llaves a Jungkook– Váyanse. No queremos verlos hasta mañana en la noche.

El Alfa frunció el ceño y miró a su madre.

–Creí que la habíamos alquilado este año. Además, no me parece bien dejar aquí a mamá sin la certeza de que se encuentra bien.

De alguna manera, el agudo oído de la Omega mayor seguía funcionando como de costumbre. Fulminó a su hijo con una mirada. Los niños me cuidarán y los llamaran de inmediato si surge algo. No van a privarme de la satisfacción de dejarlos disfrutar de una noche de boda.

Por increíble que pareciera, Taehyung sintió que se ruborizaba. Se había bajado desnudo, había manejado a hombres desnudos en su trabajo y había visto a JiMin da a luz a su sobrina sin el menor asomo de recato. En ese instante, la mera idea que acostarse con su marido disfrutando de total beneplácito de su suegra lo ponía colorado. ¿Qué narices le pasaba?

Jihyo le susurró algo a Daniel antes de llevar a Taehyung aparte. Sus ojos, tan parecidos a los de su hermano, brillaban con una luz interior que lo dejó sin aliento. Jihyo entrelaza sus dedos y le besó la mano.

–Gracias, Taehyung.

–¿Por qué?

–Por lo que has hecho –le dijo con seriedad– Se que seguramente habías soñado con casarte con Jungkook en el futuro, y también creo que kook aceleró el compromiso por mi culpa. Lo has cambiado. Cuando se disculpo conmigo, admitió que nunca se había percatado de su comportamiento hasta que tú se lo hiciste ver. Ojalá puedas apreciar lo mucho que significas para esta familia. Me has dado un regalo; la oportunidad de casarme con Daniel este verano. Y nunca lo olvidare. Estoy feliz de que ahora seas de los nuestros.

Mientras la Omega lo abrazaba, una parte del alma de Taehyung se rompió. El dolor lacerante de las mentiras y de los anhelos lo abrumo por completo, pero consiguió desterrarlo gracias a la práctica de incontables años de estar solo.

¿Creen que la madre de Jungkook planeo todo esto, por que sospecho algo o se entero de algo?