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El Alfa miro de reojo al elegante omega que iba a su lado mientras recorría las serpenteantes colinas de camino a su casa

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El Alfa miro de reojo al elegante omega que iba a su lado mientras recorría las serpenteantes colinas de camino a su casa. Dado que llevaba la capota bajada, el viento le agitaba el pelo, pero a él no parecía importarle. El rictus serio de sus labios le indicó que estaba pensando, seguramente estaría preparándose para el papel que iba a interpretar ante su familia. A lo largo de las últimas veinticuatro horas, él había aprendido mucho acerca de Min TaeHyung.

Por desgracia, los atisbos que había captado solo conseguían que anhelara saber más.

El intenso verde de los árboles y la tierra apareció ante sus ojos y lo recibió de tal forma que sintió su alma en paz. Su familia poseía esas tierras desde hacía generaciones, y todo había pasado a sus manos. Pero, desde su primera visita a Nueva York y Seúl, supo que quería dejar su impronta en ambas ciudades. Su padre lo llevó para visitar a su tío, y el bullicio de esos lugares le fascinaron por el desafío que representaba.

Por desgracia, la multitud y el caos chocaban de frente con su necesidad de intimidad y de espacio. Cuando decidió expandir La Dolce Famiglia, buscó cambiar el trasiego de Seul por una ubicación que ofreciera un ambiente más relajado. Al viajar hacia el interior, descubrió un enclave maravilloso en las montañas y supo que había encontrado el lugar al que podría llamar hogar.

Aunque era feliz en Corea, la tierra donde había crecido siempre le proporcionaba cierta fuerza. Era un recordatorio del hombre que era y de donde procedía. En sus tierras no había tonterías ni mentiras. Tras haber estado inmerso en el cambiante mundo de la tecnología, el dinero y los negocios, necesitaba recordar las cosas que importaban de verdad.

La ciudad amurallada de Bergamo le recordaba a un tesoro rodeado por una fortaleza. Situada a los pies de los Alpes, estaba dividida en dos, de modo que el antiguo y el nuevo mundo se fundían a la perfección. Disfrutó de potente deportivo mientras conducía por la Città Bassa hacia la Citta Alta, tras lo cual la bulliciosa ciudad dio paso a la tranquilidad de la campaña. Una sensación de paz y de satisfacción se apoderó de él a medida que se iba acercando a su casa.

Captó el aroma floral en el aire y se removio en el asiento. Todo lo relacionado con Taehyung era un contraste sexual. El cazador que llevaba dentro ansiaba bucear bajo la superficie y descubrir qué lo hacía reaccionar.

La expresión anonadada que apareció en su rostro cuando le confesó su secreto le formó un nudo en el pecho. Jamás le había contado a nadie la infructuosa búsqueda de una persona que lo completará. Al fin y al cabo, la mayoría de las personas se reirian. Taehyung lo había enojado tanto que las palabras se le escaparon. Sin embargo, la evidencia de que él reconocía esa sensación reveló el profundo anhelo que el omega sentía también.

Llegó a la cima de la colina, aparcó delante de una villa de terracota y paró el motor.

-Creo que tendremos un minuto antes de que salgan corriendo a recibirnos.

𝙇𝙖 𝙏𝙧𝙖𝙢𝙥𝙖 | 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙑Where stories live. Discover now