𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚 𝐡𝐚𝐳𝐚𝐧̃𝐚.

Spreen no sabía que hacer o decir, sentía algo de nervios por verla y no sabía porqué.

—Lo lamento mucho debí fijarme por dónde iba.— rápidamente la chica se levantó y le extendió la mano a la persona dañada por su estupidez—¿Te hiciste daño?.— pregunto preocupada por ver cómo él no decía nada.

Dejando la mano extendida rápidamente se paró sacudiendo su pantalón y ropa como si su vida dependa de eso.

—No-o...no.— dijo aclarando su voz y tratando de recomponer su postura a como antes—¿Tu estás bien?.— pregunto con amabilidad a la chica la cuál asintió.

—Si gracias por preocuparte.— respondió ella con una sonrisa.

Miro un animal pequeño sentado en el hombro de la chica, este mantenía una forma de perro pero sin duda no podría equivocarse al notar que él era un lobo.

—¿Qué tenés amigó?.— pregunto Spreen al ver cómo su oso se escondía detrás de su hombro con miedo.

—Creo que le tiene miedo.— comento la chica de ojos grises refiriéndose a su asistente.

—Si que extraño...— susurro haciendo que ella no escuché—Che ¿De qué huías para correr de esa manera?.— pregunto intrigado el chico por su raro encuentro.

—Ah bueno yo huía de...— el sonido de crujidos de hojas y ramas la interrumpieron, estos sonidos provenían a un costado de ambos hicieron que miren el bosque que se oscurecía por todos los árboles que causaban sombra, un par de ojos se hicieron presente y con eso la silueta de un enorme oso se acercó a la luz—Eso.— termino de decir en shock la chica al notar como el animal solamente tenía intenciones asesinas.

—¡Corre!.— sin pensarlo dos veces Spreen tomo la mano de la chica y comenzar a correr lo más rápido que podían y el oso no se quedó atrás.

Ambos saltaban piedras, esquivaron ramas y más cosas mientras un oso los seguía por detrás solamente para tener una rica cena aquel día.

—¿A dónde vamos?.— pregunto la chica al notar como el seguía corriendo con ambos ayudantes a su costado.

—No lo sé.— respondió tomando con más fuerza la chica y tomar aún más velocidad.

La mirada de Spreen noto como a lo lejos un risco se hacia presente y el sonido del agua fluyendo a causa de una cascada lo hizo tener una escapatoria.

—¡Oye!.— trato de llamarlo la de ojos grises pero noto como él no se iba a detener en su acto—Dios sálvame.— rogó ella para ver cómo él se lanzó llevándose consigo a la chica por aún tomarla de la mano.

Los dos animales bajaron pero con más cautela rogando que sus dueños se encuentren bien.

。𝒐○☆❦☆○𝒐。

Las corrientes de agua fueron un gran problema para salir del río donde ambos se aventaron, Spreen sin pensarlo y ella porque no tuvo otra opción.
Ambos arrastraban su cuerpo por la orilla tosiendo múltiples veces para sacar el agua restante de sus pulmones.

—Para la próxima avísame que saltarás y estar preparada.— comento la chica haciendo que el pelinegro ría por su mal chiste.

—Lo lamento, no ví de otra.— con fuerza se paró del suelo y después la chica.

—Lo entiendo.— tomo su largo cabello negro y exprimió admirando como agua a montones salía de él—Gracias por salvarme.— agradeció con una sonrisa al chico, sin duda otra persona hubiera preferido salvar su vida antes que las de otros, pero Spreen no era uno de ellos.