║█ 3 █║

785 73 14
                                    

𝐋𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥
𝐩𝐮𝐞𝐛𝐥𝐨.

El construir un simple local se volvió algo más complicado de lo que pensaba Spreen, el conseguir materiales no hacía más que atrasar algunas obras y sin duda ya quería terminar lo antes posible, sin embargo en estas semanas de construcción ha conocido a varios vecinos no solo del pueblo naranja, aunque no lo parezca el pueblo verde tenía algunas personas interesantes con las que hablar.

Como otro día Spreen batallaba con los carteles de su lugar, pues hacia algunas pruebas para saber cómo se verá al terminar todo, pero se sentía un idiota al no poder poner un cártel de las medidas correspondientes al lugar.

—¿Necesitas ayuda?.— escuchó detrás de sí para encontrarse con Akane a la cual no había visto por varios días.

—No… estoy bien.— dijo mientras acomodaba el letrero que mantenía el nombre del local.

—"El pollo feliz".— leyó el cartel que se encontraba de un lado caído—¿Seguro que no necesitas ayuda?.— pregunto ella al ver cómo el letrero nada más caía del otro lado lentamente porque Spreen no podía colocar el clavo donde era el lugar.

—Que no.— respondió tratando de concentrarse en su tarea.

Volvió a tomar el martillo y golpear como es adecuado para que el clavo se mantenga en su lugar, en un momento sintió como el cuadro ya se estaba estaba apunto de caer por lo que intento tomar este dejando caer el martillo junto con el clavo, pero la silla donde se encontraba parado para tener mayor altura tembló con su cuerpo haciéndolo caer al suelo.

La chica nada más lo miraba con lo brazos cruzados esperando aquellas palabras, Spreen suspiro cansado y no tuvo otra opción que pedir ayuda.

—Toma el cuadro del otro lado y ayudame a sostenerlo.— comento poniéndose de pie tomando aquella herramienta que se le había caído, pero noto como ella no había movido ni un pie—¿No me oíste?.— pregunto al ver cómo ella solamente lo miraba sin hacer nada.

—Pídelo como es debido.— comento la de ojos grises cruzando sus brazos esperando aquellas palabras pero no llegaban.

—Dale boluda, hay que hacer esto rápido.— se quejó el chico al ver cómo ella a fuerzas quería por así decirlo...humillarlo.

—Sabes me acabo de enterar que dejé la casa encendida y el horno se va a incendiar.— dijo con un tanto de burla mirando el reloj puesto en su muñeca de tonos dorados y dar la vuelta para caminar de poco en poco.

—¡Espera!.— detuvo Spreen y dio un pesado suspiró—Me podes... Agh... Me podes ayudar por favor.— se rindió ante la chica la cual le daba la espalda con una pequeña sonrisa de victoria.

—Hubieras empezado por allí.— dio la vuelta acercándose al chico y tomar el martillo de sus manos junto con la silla para colocar como es debidamente el cuadro—Bien ya lo puedes colgar.— comento la chica bajando de la silla después de hacer su cometido.

—Gracias.— agradeció de no tan buena manera Spreen al terminar de colgar el cuadro.

—¿Algo más amo mío?.— pregunto diciendo el apodo con burla y haciendo una exagerada reverencia.

—Tres lingotes de netherite.— siguió su juego el de orejas de osos con una sonrisa.

—Si claro vete a la mier...-— sus palabras quedaron cortas al ver cómo a ambos les llegó un mensaje de su reloj.

𝙷𝚘𝚛𝚊 𝚍𝚎 𝚛𝚎𝚣𝚊𝚛, 𝚊𝚌𝚞𝚍𝚎 𝚊 𝚖𝚒𝚜𝚊.
𝚅𝚎 𝚊𝚕 𝚌𝚘𝚗𝚟𝚎𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚙𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝚙𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚊𝚕.

𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)Where stories live. Discover now