𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐇𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐨.

—¿Como pudiste esconderlo tanto tiempo padre?.— pregunto exaltado Drako quien aún negaba las palabras del mayor.

—Es imposible, vos creaste a Juan ¡Yo lo ví!.— aseguró la primogénita—Mamá nunca tuvo otro hijo aparte de nosotros...— comento mirando al mayor, aunque su lenguaje corporal le dijo más cosas de las que esperaba—No es de madre... ¿Cierto?.—

El Profeta soltó un pesado suspiro para responder lo más serio posible.

—No.—

La mirada de Drako mostró sorpresa, sin embargo tu te mantuviste serena ante sus palabras.

—Fue con una de las antiguas habitantes del pueblo, antes de ser destruido.— relató.

—¿Ella lo sabía?.— pregunto el de ojos verdes.

—Ella fue quien lo crío.— respondió sin poder mirar a sus propios hijos por la vergüenza que ahora llenaba su ser.

La habitación en la que se encontraban se quedó en un tenso e incómodo silencio, ninguno dijo nada por los pensamientos que atormentaban su cabeza en aquel momento.

—¿Por qué no me sorprende?.— interrogó la mujer cruzándose de brazos, pero el silencio se vio interrumpido por un veloz holograma que se dirigía hacia ti.

—𝙻𝚘𝚜 𝚑𝚊𝚋𝚒𝚝𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚊́𝚗 𝚊𝚙𝚞𝚗𝚝𝚘́ 𝚍𝚎 𝚎𝚡𝚙𝚕𝚘𝚝𝚊𝚛 𝚜𝚞 𝚜𝚊𝚗𝚝𝚞𝚊𝚛𝚒𝚘 𝚜𝚎𝚗̃𝚘𝚛𝚒𝚝𝚊.—

—Muéstrame.— ordenaste para que el asistente proyecte un holograma delante de él.

Apreciaste tu propio santuario donde supuestamente Selene la pasaba la mayor parte del tiempo cuando no iba a ver al pueblo. Sin embargo, los habitantes rodeaban las paredes de cuarzo con aquella TNT y gritando múltiples cosas que te eran imposibles de apreciar en aquel momento.

—Creen que les ocultamos cosas.— mencionaste mirando a tu hermano—Vamos, hay que arreglar los errores del Profeta.— indicaste para tomar la larga falda de tu vestido para comenzar a correr hacia las escaleras de la iglesia.

—Drako.— llamo el mayor antes de que se marche junto a su hermana—¿Me darían su perdón?.— interrogó a lo que el chico tomo una pequeña bocanada de aire para contestar.

—El mío lo tienes.— respondió dando una pequeña pausa a sus palabras—Pero el de ella no.— hablo refiriéndose a su hermana.

—¿Cómo podré tenerlo?.—

—Tráelo de vuelta y tal vez su humor permita darte tu perdón.— sin más dio la vuelta y salió de la iglesia, dejando solo al Profeta.

El mayor entre pensamientos y dudas supo que su hijo tenía razón, tal vez debía de traerlo de vuelta aunque lastimosamente su plan se vería interrumpido.

_"No tengo de otra"_

。𝒐○☆❦☆○𝒐。

Por otro lado la chica corría por el pueblo yendo a su santuario y detrás de ella su hermano le seguía el paso.

—¿No es mejor que vaya Akane y no Selene? Akane da más miedo.— comento.

—¿Le harán más caso a Akane solo por miedo?.— contradices mirando de reojo a tu hermano—Es mejor ir y aclarar esto de verdadera forma que con mentiras.— respondiste regresando tu mirada.

—Bueno pues también estarías mintiendo si vas así.— murmuró pero perfectamente lo pudiste escuchar.

Por fin llegaste al santuario que había sido construido como mera fachada, pero apenas llegar apreciaste un caos en el lugar.