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𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝.

Estaba preparado para morir y tener que pasar por todo el End para recuperar sus cosas nuevamente. Al fin y al cabo, podía desperdiciar otro par de horas en volver al lugar.

Pero sus planes mentales se vieron interrumpidos, pues pese a que todo paso en cuestión de segundos, el golpe en el suelo nunca llegó.

_"¿Qué pasó...?"_ Abrió los ojos notando que colgaba de varios metros de altura apreciando la arena lejana a él, pero al alzar la mirada, noto que alguien había sido la causante de evitar su próxima muerte.

Sus ojos negros chocaron contra los iris color gris, los cuales lo miraban con una mezcla de molestia y preocupación.

—¿Qué haces aquí?.— interrogó sorprendido.

—Cierra la boca y pon tu ayuda para subir.— ordenó la mujer quien con sus fuerzas, comenzó a subir al chico.

Ambos estando en el suelo de ladrillo se sintieron aliviados y agotados, sin embargo, el semblante de Spreen cambio drásticamente a uno indiferente.

—No necesitaba tu ayuda.— comento tomando la atención de la femenina.

—Lo tomaré como un gracias.— respondió con una sonrisa triunfante pero el híbrido se puso de pie y empezó a caminar lejos de la chica, quien lo seguía con la mirada—¿A dónde vas?.— interrogó pero no obtuvo respuesta.

El híbrido se acercó a una de las paredes y miro hacia arriba, notando que ya estaba cerca de la cima de la torre. Analizo la pared notando ciertos ladrillos sobresalientes que sin dudarlo mucho, comenzó a utilizar para trepar el muro.

—¿Vas a seguir con eso?.— interrogó la chica mirando como es que el híbrido seguía subiendo sin siquiera mirar hacia abajo.

Soltó un pesado suspiro pues sabía que el chico la ignoraría pero no podía dejar de negar que ella no fue la causante de su rompimiento en la relación.

Miro a un costado donde aprecio a ciertos shulkers que estaban cerca de ella y una idea paso por su cabeza.

Regresando con el chico, seguía subiendo con la espada de diamante atada a su espalda e intentando no dejarse llevar por el cansancio de su cuerpo, quiso llegar a la cima de la torre.

Después de escalar arduamente, por fin sintió como sus manos tocaban el borde de la torre, aunque al levantar la mirada noto que cierta chica había llegado antes y se notaba que no había hecho esfuerzo alguno.

—¿Cómo poronga...?.— interrogó subiendo por completo al lugar, pero su pregunta fue callada por la chica quien señaló a un costado donde un shulker daba la respuesta.

El chico miro un par de segundos el mob notando que había un camino más fácil. Pero negó un par de veces con la cabeza para dar la vuelta y comenzar a caminar en dirección a la habitación más alta de la fortaleza, donde esperaban su tan ansiadas Elitras.

De su inventario tomo el pico de diamante, con el cuál comenzó a golpear multiples veces la pared hasta que está logró ser derribada por completo.

Los ladrillos al caer causaron una nube de polvo que llegó a causar algo de tos de tu parte, pero Spreen solamente caminaba adentrandose más en la habitación hasta que apreció su objeto anhelado en un cuadro que tomaba la atención de todo lo que había en el lugar.

Con una sonrisa se acercó para tomar las mismas y tenerlas por fin entre sus manos.

—¿Qué harás con ellas?.— cuestionó la de cabellos azabaches acercándose al híbrido quien apunto de responder se quedó callado.

_"¿Qué haré con ellas?"_ Repitió la pregunta en su cabeza para darse cuenta que no tenía una respuesta en concreto, aunque mienta sabría que cualquier cosa que diga sería poco creíble, ya las tenía pero no podía hacer más con ellas, tal vez las pueda vender y eso es todo _"Tanto... ¿Para nada?"_

—Ni siquiera Zorman se obsesionó tanto con ellas, bueno...— comento la chica quien estaba detrás del híbrido—Hasta luego.— dio la vuelta queriendo irse, pues sabía que no tenía nada más que hacer allí.

—¡Espera!.— llamo el pelinegro mirando a la chica quien volteo a verlo—¿Sabías que las Elitras no servían para nada? ¿No?.— los labios de la chica se curvearon hacia arriba y fue lo suficiente para dar una respuesta—¿Por qué no habías dicho nada, desde que me viste?.—

La mujer pensó seriamente su respuesta, pues no quería decir nada que no fuera con el momento.

—Me di cuenta, de que fue tu forma de evitar la conversación que pueda ocurrir entre ambos.— comenzó a decir apartando la mirada a un costado del chico—No me agradan tus formas ya que terminas siendo tú el más lesionado, pero... Si quieres ocupar este curioso y extraño método, yo no haré nada para impedirlo.— regreso su mirada acompañada de una sonrisa.

El chico la miro un par de momentos dejando que sus palabras pasen una y otra vez por su cabeza, pese a que intento negar lo dicho algo dentro de él le decía que era cierto.

—Lo siento.— murmuró tomando la atención de la contraria.

—¿Qué?.—

—Lo siento.— repitió más alto—No debí poner tantas mentiras en medio de nuestra relación, me merezco que me hayas quitado todo pero... Lo único que querría de ti, es...— pensó un par de momentos sus próximas palabras—Poder seguir teniendo nuestra amistad..—

Ahora la chica era la que estaba sorprendida, pero antes de responder a su petición, un golpe de recuerdos llegó a ella.

—Te perdonó, pero no regresamos, te trato como amigo y eso tal vez.— aclaró pues habían personas que afirmaban; que si personas que llegaron a ser algo en el pasado seguían teniendo una amistad, era porque había algo más que un simple sentimiento de amigos—Volvamos al pueblo.— ordenó dando la vuelta ya alejarse del chico.

El mismo la miro un par de segundos sorprendido de sus palabras, pero sabía que era mejor tener limitaciones a qué algo vuelta a arruinar la poca confianza que les quedaba.

Por suerte tuvo, una segunda oportunidad.

𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)Where stories live. Discover now