𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐀𝐩𝐞𝐫𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐨𝐟𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥.

Por fin el día tan esperado para Spreen había llegado, sería la apertura oficial de su pollería y ya mantenía todo listo para la apertura.
Pero como todo restaurante debía de tener empleados dispuestos a dar horas de su tiempo para atender a los clientes.

—Buenos días mi señor, espero y haya tenido una excelente noche.— llegó a su oficina Akane a la cual sin duda ya no podría negar en llamar mejor amiga.

—Buenos días Akane.— volteo a ver a la de cabellos negros que se encontraba del otro lado de la oficina—Necesitaba hablar contigo, por favor setaté.— indico la silla frente a su escritorio, mientras que él se encontraba sentado delante de un gran ventanal que daba admirables vistas a lo que próximamente sería una cuidad creada por Spreen.

—Ya me van a despedir y ni siquiera he empezado.— burló la chica al ver la seriedad de su mayor.

—No, pero si es algo del trabajo.— comento colocando ambas manos sobre su escritorio y su peso hacia adelante—Quiero que seas mi mano derecha a partir de ahora.— miro a la chica la cual pensó un poco lo que le dijo.

—¿Cuánto pagarías?.— pregunto interesada aunque para Spreen no era algo nuevo.

—5 TortillaCoins de oro y 10 de plata a la semana.— respondió con sencillez.

—7 de oro.— propuso la femenina.

—Bien.— sabía Spreen que si no aceptaba la oferta que ella le daba no estaría dentro del trato.

—Entonces acepto.— se levantó de su asiento extendiendo su mano al chico para cerrar el trato. El más alto también se coloco de pié para poder cerrar trato—Pero temo decirte que será mejor que bajes ya que pronto será la apertura y varias personas ya han llegado.— aviso separando sus manos.

—Voy.—

Ambos salieron de la oficina de Spreen y bajar al primer piso donde encontraron a varios trabajadores en el lugar.
Mayichi se encontraba atendiendo en una de las dos cajas de la recepción, Carre cocinaba algunas tortillas y hacia pollos asados, además de que Mariana había aceptado también trabajar en el lugar pues le faltaba dinero y él atendería el autocar.

—Espero y estén listos para el trabajo.— dijo Spreen a sus empleados saliendo de la cocina para dirigirse a la entrada del local y ver a varias personas entre ellos amigos afuera del restaurante mirando la construcción.

Los empleados salieron por una de las puertas únicamente para personal que trabajará en el local ya que querían ver la apertura del restaurante.
Las ventanas del lugar se encontraban tapadas al igual que las puertas de vidrio para darle más misterio a la cosa. Spreen se detuvo delante de la puerta respirando un poco y junto a él se encontraba su ahora mano derecha.

—¿Nervioso?.— pregunto la chica al notar como su amigo parecía pensar varias cosas.

—Un poco.— respondió con una sonrisa nerviosa.

Ella tomo su hombro para que ambos queden frente a frente, con delicadeza acomodo la corbata de aquel traje elegante que portaba el chico.

—Ya pasaste lo complicado, puedes con esto.— hablo bajo para que sea él aquel que la escuché, termino de arreglar la corbata para regalarle una sonrisa—Deberías portar siempre traje, te luce bien.— halago tomando las manillas de las puertas de entrada y abrirlas para que Spreen pase sin problemas.

Tomo un respiro para salir de su local y pararse delante de un podium y dar su discurso más cómodo.

Gente de ambos pueblos se encontraban viéndolo, amigos cercanos o persona con los que casi no hablaba.