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𝐂𝐮𝐜𝐚𝐫𝐚𝐜𝐡𝐚𝐬.

Las mañanas en el pueblo de Tortilla ya se volvieron algo bastante repetitivo, todo parecía ser una rutina aunque los habitantes aún no se daban cuenta de eso. Akane se encontraba aburrida mirando la ventana en la oficina de su mayor, hace poco los habían citado a la iglesia y como siempre ella lograba evitar ir sin que los demás se den cuenta.

—¿Crees que haya sido buena idea?.— pregunto la chica a su asistente el cuál jugaba con una pequeña pelota que pertenecía al gato de sus mayores

—𝙴́𝚕 𝚎𝚗𝚝𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛𝚊́.— dijo el pequeño lobo dejando la pelota de lado.

La chica suspiro colocando su brazo sobre el escritorio y su mejilla sobre este. Miro la oficina sin saber que hacer, todavía faltaban veinte minutos para que la misa terminará.
Noto que algo se movió en el rabillo de su ojos para ver el suelo del lugar, de allí varias cositas brotaron del suelo.

Su mirada se volvió una de terror y si hubieran personas cerca escucharían un grito de película de terror.

。𝒐○☆❦☆○𝒐。

𝙼𝚒𝚗𝚞𝚝𝚘𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜:

La cosa que más odiaba todo el pueblo de TortillaLand era el hecho de ir a misa, quitaba tiempo que podían utilizar en otras cosas pero lo tenían que ocupar escuchando una aburrida charla sobre el todo poderoso Dios.

Pero no hablo del típico.

El todo poderoso Dios del que tanto hablaban en aquella capilla era nada más ni menos que el mismo profeta. Él podía hablar maravillas de si mismo por horas sin aburrirse, igualmente su hijo Drako que llegaba a castigar severamente a sus habitantes cuando hablaban mal de su padre, ganándose el odio de ambos pueblos.

La mirada de Spreen se dirigió a todos sus amigos sentados alrededor, notando como varios caían dormidos y otros miraban con frustración al Profeta.
Una idea llegó a su cabeza, una que era algo arriesgada pero sin duda necesitaba hacerla. Llamo la atención de Carre que estaba sentado del otro lado una banca delante, al tener su atención movió su muñeca indicando su reloj y como si el de ojos verdes leyera su cabeza asintió en manera de aliento.

Con sutileza Spreen comenzó a teclear la pantalla de su reloj tal parece buscando algo, teniendo todo listo solamente debía poner el botón de play...

—Y gracias a mi poder y la del cetro vosotros podéis...-— repentinamente una música fue puesta a todo volumen pero no solamente de un reloj, tal parece y todos los habitantes tenían aquella música puesta que no lograban apagar.

La mayoría reía al ver eso pues el Profeta miraba con enojo a todos los que escuchaban ahora la música.

—¿Quién ha sido el gracioso?.— pregunto mirando a todos sus ciudadanos los cuales se dedicaban únicamente a negar que ellos no habían sido—Si no me queréis decir yo mismo o' descubriré.— dijo regresando a dónde su cruz de cuarzo y tomar el cetro en sus manos—Ahora mismo el culpable de interrumpir mi habla será mencionado.— ordenó para golpear con fuerza su cetro y múltiples rayos caigan con suma fuerza y después todo en silencio.

—𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏.—

Múltiples voces susurraron y resonaron por toda la habitación y con eso todas las miradas viajaron al chico el cual maldecía internamente a quienes lo delataron.

_"Espíritus pelotudos"_

—¡Spreen! Vos osaste en interrumpir mis palabras.— grito el Profeta mirando con enojo al culpable.

𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)Kde žijí příběhy. Začni objevovat