𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐔𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝.

Un fuerte sonido hizo que todos en el lugar volteen a ver la única ventana de la habitación, la mirada de Spreen se volvió una de sorpresa, shock y terror pues en la ventana se apreciaba una gran explosión con una enorme bola de humo negro que cubría la montaña.

-¿Qué a esta hora tus empleados apenas están saliendo de laburar?.- interrogó el mayor haciendo que el chico regrese a mirarlo apreciando una sonrisa asquerosa en el rostro del viejo-Ups~.- coloco una mano sobre su boca con supuesta inocencia.

Spreen lo arrojo hacia atrás para salir corriendo de la habitación sin que pudiera ser detenido.

Los hombres asistentes del mayor quisieron ir tras de él pero su jefe se los impidió.

-¡Alto! No vayan, esa tarea ya no es nuestra responsabilidad.- dijo el mayor mientras se paraba del suelo con un dolor en la espalda pues allí había recibido el golpe.

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//𝐌𝐢𝐧𝐮𝐭𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬//

Después de un largo día de ventas en el restaurante el Pollo Feliz los trabajadores se encontraban cerrando el lugar, limpiando las mesas que quedaban con algún rastro de comida o los suelos que siempre estaban sucios.

Una chica de cabellos castaños claros estaba subiendo las escaleras hacia las oficinas de sus superiores aunque hace poco había visto salir de la pollería a Spreen quien ni siquiera saludo o algo por el estilo ya que se notaba y tenía prisa.

-Buenas tardes, ¿Estás ocupada?.- se asomó Mayichi acercándose a dónde estabas.

-¿Tengo que responder?.- preguntaste con ironía mirando los múltiples papeles de tu escritorio, pues en todo el día no te habías alejado de tus labores además de que Spreen no restaba.

-Okey no respondas.- dijo con una sonrisa la castaña-Ya cerramos el restaurante, Mariana y yo iremos a comer en un helado en la tienda de Aroyitt. No sé si quieras acompañarnos para que te distraigas un poco.- hablo amable y comprensiva pues sin duda era alguien que se preocupaba por los demás y eso te gustaba mucho de ella.

-Creo que un descanso no me haría mal.- también quisiste ser comprensiva contigo misma para levantarte de tu asiento y tomar tu reloj que lo habías dejado a un lado para trabajar más cómodamente.

Ambas bajaron las escaleras hasta el primer piso donde Mariana las estaba esperando, te acercaste a una pared para tomar la palanca de la electricidad y bajarla para ver cómo las luces del restaurante se iban apagando en hileras.

-¿Nos vamos?.- pregunto Mayichi mientras Mariana abría la puerta de empleados del restaurante para salir, antes de afirmar viste de reojo una luz que venía de arriba de las escaleras, se te había olvidado apagar las luces de arriba.

-Dejen apagó haya arriba y nos vamos.- indicaste señalando las escaleras pero de repente sentiste como algo caminaba por tus piernas para ver a tu pequeño perro quien corría emocionado hacia la puerta y salir del restaurante sin que pudieran detenerlo.

-¡Messi vení acá que mi jefe me mata si te escapas!.- grito Mayichi preocupada el nombre de perro que había escogido Spreen pues fue una condición para quedárselo.

La chica empezó a correr detrás de él mientras se adentraban al bosque que rodeaba el restaurante.

-¡Perate Men!.- grito Mariana a la chica pero antes de correr detrás de ella volteo a verte-Voy por ella te vemos en la entrada.- indico a lo que asentiste para ver cómo salía corriendo y la puerta se cerraba detrás de él.