𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐋𝐚 𝐕𝐞𝐥𝐚𝐝𝐚 𝐃𝐞𝐥 𝐀𝐧̃𝐨.

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪ
•𝑩𝒖𝒔𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒖𝒍𝒕𝒊𝒕𝒖𝒅•

La confianza en aquel pollero sin duda era notable para todas las personas de su alrededor.
Aunque ya el pueblo había apostado todo su dinero en Spreen sabiendo que esté tenía la mayor posibilidad de ganar en aquella pelea.

—Nah los pósters en las revistas les fue re piola.— dijo feliz viendo los papeles de ventas y ver qué la última revista tuvo un gran éxito gracias a los carteles especiales—¿Si saco mercancía me veré avaricioso?.— cuestionó mirando a su asistente sentada del otro lado del escritorio, está no respondió y notablemente ni siquiera le ponía atención—¿Akane?.— llamo al no recibir alguna respuesta.

—Mhm.— dándole poca importancia respondió enfocando su atención en los papeles que reposaban en sus piernas.

Spreen al escuchar su respuesta se sintió enojado y ofendido, pues el tema de la Velada era más importante para él que para su mejor amiga.

—¡Akane!.— grito causando un pequeños brinco en la contraria y mirarlo con enojo.

—No grites, te estoy escuchando idiota.— menciono ofendida dejando los papeles que estaban en su regazo sobre el escritorio—¿Qué pasó?.— suspiro cansada y poniendo verdadera atención a su amigo.

—Vos andas en otro mundo.— comento molesto el chico—Mañana será la Velada y te necesito lo más atenta posible boluda.— dejó de lado los papeles para recargar sus brazos cruzados en el escritorio y mirar a la de ojos grises.

—Estoy... Estoy atenta Spreen, no tienes que preocuparte.— pese a que trato de sonar normal, hablo algo desconfiada.

—No te diré nada pero por favor...— se levanto de su asiento tomando una pila de papeles del escritorio—Mantén los pies en la tierra.— camino a un costado del escritorio y dio un pequeño golpe en la frente de su amiga y salir de la oficina.

Akane sobo el lugar del golpe regresando su mirada al ventanal frente a ella.

Ella ha calculado minutos y está más que segura que verá a su amigo ganar el cinturón de oro.

Pero tenía miedo.

。𝒐○☆❦☆○𝒐。

El despertador sonó tan solo dos veces para que Spreen despierte enérgico y emocionado.
Por fin el domingo se hizo presente y con eso el gran evento donde le rompería la cara al terco de Juan, había llegado.

—𝙱𝚞𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚒́𝚊𝚜 𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏, 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚢 𝚑𝚊𝚢𝚊 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚊𝚗𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚌𝚝𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎.— saludo el asistente del chico.

Se levanto de su cama y fue hasta uno de los cofres donde guardaba algo de ropa, tomo un traje negro que sería el adecuado para la alfombra antes de la velada.

—Buenos días, ¿Me podés explicar cómo será la dinámica de hoy? ¿Y dónde quedará el evento?.— cuestionó mientras comenzaba a vestirse.

—𝙿𝚘𝚛 𝚜𝚞𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚘.— dio una pequeña voltereta en el aire—𝚃𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚕𝚘𝚜 𝚌𝚒𝚞𝚍𝚊𝚍𝚊𝚗𝚘𝚜 𝚜𝚎𝚛𝚊́𝚗 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚍𝚘𝚜 𝚊 𝚞𝚗 𝚎𝚜𝚝𝚊𝚍𝚒𝚘 𝚌𝚘𝚗𝚜𝚝𝚛𝚞𝚒𝚍𝚘 𝚞́𝚗𝚒𝚌𝚊𝚖𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚎𝚕 𝚎𝚟𝚎𝚗𝚝𝚘.— comenzó a explicar mientras mostraba algunas imágenes del lugar a donde irían—𝙷𝚊𝚋𝚛𝚊́ 𝚍𝚘𝚜 𝚕𝚒𝚖𝚞𝚜𝚒𝚗𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚕𝚎𝚟𝚊𝚛𝚊́𝚗 𝚊𝚕 𝚙𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝚟𝚎𝚛𝚍𝚎 𝚢 𝚊𝚕 𝚙𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝚗𝚊𝚛𝚊𝚗𝚓𝚊.— mostró dos imagenes donde aquel auto de lujo tenia distintos arreglos con esos colores—𝙿𝚘𝚛 𝚌𝚒𝚎𝚛𝚝𝚘 𝚕𝚊 𝚕𝚒𝚖𝚞𝚜𝚒𝚗𝚊 𝚗𝚘 𝚝𝚊𝚛𝚍𝚊 𝚎𝚗 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊𝚛, 𝚜𝚎𝚛𝚊 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚊𝚙𝚞𝚛𝚎.— indico a lo que el contrario asintió.