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𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨...
¿𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨?.

En las lejanías del pueblo de Tortilla, en el calabozo escondido de la sociedad; se encontraban ambos varones hablando.

—Tu novia está loca... Explotó la casa de esa banda criminal sin remordimiento ¡Estás galletas son la puta ostia!.— decía Carola mientras masticaba unas galletas que compartía con el preso.

—Me espere algo peor, pero aún así me sorprende.— indico Spreen—¿Solamente pasó eso con ella?.— interrogó a lo que el contrario pensó un poco mientras dejaba caer su peso en la silla haciendo que las dos patas delanteras del mueble dejen de tocar el suelo.

—¿Qué más hizo?.— murmuró haciendo memoria—Barca me comentó que había comprado muebles ya que estaba reconstruyendo la pollería.— relato a lo que Spreen dejo escapar un pequeño suspiro de alivio.

Se sentía más calmado por saber que estabas bien, aunque aún más feliz por ver como habías construido algo que para él se había vuelto su vida durante los últimos meses.

Pero aún no sabía de algo en específico.

—Che... ¿Cómo está Selene?.— pregunto mirando al rubio del otro lado de las rejas quien volteo a verlo confundido—Selene, la diosa del pueblo.—

—Se de quién me hablas, pero... Venga que me he sorprendido de tus interés en los dioses, pensaba que te desesperaban.— comento.

Sin duda Spreen dijo cosas no tan buenas de los tres protectores del pueblo, sin embargo calló sus palabras al enterarse que su novia pertenecía a uno de los tres, además de que era su familia.

—¿Me vas a decir o no?.— pregunto indignado Spreen cruzándose de brazos.

—No tío.— respondió a lo que noto un movimiento brusco del híbrido—No te puedo decir, porque no se nada de los dioses.— repuso rápidamente su error—Ya sabes es lo mismo de siempre; misas largas, todos siendo unos 𝘴𝘪𝘮𝘱áticos aduladores de la diosa Selene y todos siendo haters del Profeta.— explico sencillo a lo que el contrario no pudo evitar fruncir el entrecejo al oír "simps" de prácticamente su novia.

Este simple suspiro para dejarse caer recostado sobre la cama, mientras que el rubio tomo tal parece un periódico y empezar a leer en silencio.

Ambos permanecieron en un arduo silencio ni cómodo ni tenso, solo un silencio donde cada quien hacia lo que quería.

Pero el silencio y los pensamientos de Spreen se vieron interrumpidos por el sonido de las páginas del diario ser deslizadas una detrás de otra, siendo algo molesto para el híbrido.

—Carola ¿No podés hacer menos ruido? Por favor boludo solo es pasar la hoja de un perio...-— hablo frustrado mientras se sentaba en la cama, pero sus palabras quedaron cortas al ver aquello que pensó y era un periódico—Revista.— corrigió sorprendido.

Carola tenía en sus manos la famosa revista de Spreenfield o las famosas TortillaNews, que él había sido el encargado de recolectar la información para llevarla a la editorial y crear las revistas semanales llenas de chismes que rondaban por el pueblo.

Pero aquella revista la cuál su editorial había sido destruida, estaba ahora frente a sus ojos en una nueva edición y una portada con aquellos personajes de cubitos que tanto habían caracterizado durante los últimos meses, a tal punto de que ya era un emblema de las TortillaNews.

Rápidamente se acercó a la reja para arrebatar la revista al oficial quien no pudo reaccionar a la velocidad del chico.

—¡Dadme eso ahora mismo Spreen!.— ordenó pero el chico negó rápidamente.

𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)Where stories live. Discover now