𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́)

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𝐒𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞 𝐩𝐞𝐬𝐚𝐝𝐢𝐥𝐥𝐚.

Los rayos de sol golpearon directamente tu cara apenas salió detrás de las montañas. Obligo a que despertarás y notar que te encontrabas en tu habitación, pero el dolor en tu cabeza te impidió mirar bien tu alrededor.

—Despertaste.— oíste a un lado de ti para ver cómo Spreen se encontraba a un lado de tu cama y te miraba con preocupación.

—¿Que pasó?.— te sentaste en tu cama con algo de dificultad pero fuiste ayudada por el chico a tu costado.

—Vine a tu casa para disculparme pero te encontré en la sala desmayada, no sé cuánto tiempo habías estado allí pero estabas re helada.— contó preocupado.

Recordaste lo que pasó ayer y la imagen de aquellos ojos verdosos brillantes llegó repentinamente a tu cabeza.

—Debió ser la neblina de ayer.— excusaste pero viste como te miraba sin comprender—Ya sabes la que cubrió toda la montaña.— explicaste a este pero lo que dijo te dejo sin palabras.

—Ayer no hubo ninguna neblina.—

Pensaste un poco e inclusive recordaste cuando miraste la pollería cercana a tu casa envuelta en la nube blanca.

—Si tienes razón, no sé porque dije eso.— reíste nerviosa tocando con delicadeza tu frente pues aún sentías un mareo leve.

—Tranquila, si algo sucedió lo sabremos.— comento Spreen con una sonrisa—Robleis está revisando las cámaras si hay algo extraño me dirá.— te calmo tomando tu mano, tu asentiste con una sonrisa—Tranquila tal vez solamente fue una simple pesadilla.—

—Gracias— lo miraste con una sonrisa—Por cierto perdón por el golpe de ayer.— mencionaste a este agachando la mirada_Exagere algo que no me afectó.—

—No debes pedir perdón vos, yo debo de hacerlo lo que hice no está bien.— te interrumpió llamando tu atención volteando a verlo—Perdóname no quise hacerte enojar.— dijo con arrepentimiento.

—Ambos comentamos errores pero no hay ningún culpable.— apenas terminaste la frase este te abrazo por los hombros, obviamente decidiste aceptar.

Te sentiste cálida con el abrazo pero extrañamente algo faltaba, como si aquella calidez no fuera real para ti.
El sonido del reloj de Spreen causó que ambos se separen, reviso de quién se trataba.

—Es Carre, me necesita urgentemente, debo ir.— informó no tan feliz volteándote a ver.

—Entonces yo iré al pueblo a hacer algunas cosas.— mencionaste con una sonrisa.

—¿No querés descansar otro rato? Si querés me quedo contigo.— propuso el chico pues no se sentía confiado de que te hayas recuperado del todo.

—No te preocupes, me siento bien y me ayudara despejarme un poco.— cálmaste a tu mejor amigo pero esté solo tenía una mueca en su rostro.

Suspiro cansado—Bien cualquier cosa hablame e iré a donde sea que estés— dijo rendido, se agachó tomando tus hombros y mirarte fijamente—¿Segura que estarás bien?.— pregunto con preocupación.

—No te preocupes estaré bien.— volviste a repetir calmando a tu amigo el cuál volvió a suspirar agachando su cabeza.

Este no dudo en dos veces y plantó un rápido beso en tus labios para dar la vuelta e irse de la habitación, dejándote atónita ante aquel acto.

—Adiós...— susurraste tocando con la yema de tus dedos el lugar donde anteriormente te había besado.

¿Por qué no se sintió como el otro?