Natalia empezó a caminar siendo guiada por Alba. Alba entrelazó su brazo con el de la morena y empezó a guiarla calle abajo. Recorrieron un pequeño trecho de calles residenciales, llenas de casitas, cada cual más espectacular que la anterior. En pocos minutos habían llegado a un precioso lago.
- Bienvenida al Schermützelsee.
- Vaya... - Dijo Natalia que todavía estaba disfrutando de la vista. Un precioso lago, rodeado de árboles.
- En verano hay varias zonas desde donde es posible acceder al agua y bañarse. – Informó Alba. – Bueno ahora también, pero no te lo recomiendo.
- Si, debe estar helada. – Apuntó Natalia con una sonrisa.
Alba volvió a emprender la marcha, todavía con Natalia agarrada por el brazo. Se cruzaron con un par de personas hasta llegar a su destino. Un pequeño embarcadero de madera que se introducía varios metros hacia el lago.
Alba llegó hasta el final y se sentó indicándole a Natalia que hiciera lo mismo justo a su lado.
- Es precioso.
- Si, que lo es. Pero dentro de poco lo será todavía más. – Informó Alba.
Ambas se quedaron en silencio, contemplando el paisaje y disfrutando de las vistas y la tranquilidad.
- Mañana podemos ir al parque natural Märkische Schweiz. Estoy segura de que te gustará. – Propuso Alba.
- Vale. – Aceptó Natalia entusiasmada.
- Hay varias rutas y para verlo completo se necesitan varias horas, por lo que es mejor hacerlo en primera o verano ya que hay más horas de sol, pero... en invierno también es muy bonito.
- Estoy segura, me encantará verlo. – Dijo Natalia.
- Además así te puedo enseñar un poco la ciudad. – Añadió Alba.
- ¿Sí? ¿Iremos andando?
- ¡Claro! Está a unos veinte minutos de casa de mi abuela.
- ¡Que guay! Tiene que ser increíble vivir aquí.
- Si que lo es. De pequeña venía mucho más. En las vacaciones del colegio, y muchas semanas también estaba Julia. Nos lo pasábamos bien.
- No lo dudo. – Dijo Natalia con algo de melancolía en la voz. A ella también le hubiera gustado pasarlo bien en su infancia, y aunque no la consideraba mala, un amigo con quien compartir experiencias hubiera estado bien. - ¿Y qué más hay para ver?
- Pues... Hay un par de lagos más, aunque más pequeñitos que este. Está el parque Schloßpark Buckow. El centro es bonito y acogedor, nada que ver con el centro de Berlín. Y bueno... rodear este lago también es un paseo muy bonito.
- ¿Cuánto se tarda? – Preguntó Natalia.
- Diría que un par de horas. Todo depende de lo que pares.
- Me gustaría hacerlo.
- Pues lo haremos. – Dijo Alba sonriendo. - ¡Mira! – Exclamó señalando al horizonte.
Ambas se quedaron en silencio mientras contemplaban la puesta de sol. Alba abrazó a Natalia por la cintura, y ésta apoyó la cabeza en el hombro de Alba. Se quedaron así hasta que el sol se hubo marchado.
- Deberíamos volver. – Dijo Alba, pese a que no le apetecía mucho, pero sabía que pronto el frío sería excesivo para quedarse allí.
- Sí, vamos. – Dijo Natalia levantándose y tendiéndole una mano a Alba para ayudarla.
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Serendipia (Albalia)
FanfictionSerendipia: Hallazgo valiosos que se produce de manera accidental o causal. Berlín 1937 Alba es una chica de dieciocho años que está estudiando en una de las escuelas de enfermería que la Cruz Roja tiene en Berlín. Alba proviene de una familia acomo...