Capitulo 18

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Natalia empezó a caminar siendo guiada por Alba. Alba entrelazó su brazo con el de la morena y empezó a guiarla calle abajo. Recorrieron un pequeño trecho de calles residenciales, llenas de casitas, cada cual más espectacular que la anterior. En pocos minutos habían llegado a un precioso lago.

- Bienvenida al Schermützelsee.

- Vaya... - Dijo Natalia que todavía estaba disfrutando de la vista. Un precioso lago, rodeado de árboles.

- En verano hay varias zonas desde donde es posible acceder al agua y bañarse. – Informó Alba. – Bueno ahora también, pero no te lo recomiendo.

- Si, debe estar helada. – Apuntó Natalia con una sonrisa.

Alba volvió a emprender la marcha, todavía con Natalia agarrada por el brazo. Se cruzaron con un par de personas hasta llegar a su destino. Un pequeño embarcadero de madera que se introducía varios metros hacia el lago.

Alba llegó hasta el final y se sentó indicándole a Natalia que hiciera lo mismo justo a su lado.

- Es precioso.

- Si, que lo es. Pero dentro de poco lo será todavía más. – Informó Alba.

Ambas se quedaron en silencio, contemplando el paisaje y disfrutando de las vistas y la tranquilidad.

- Mañana podemos ir al parque natural Märkische Schweiz. Estoy segura de que te gustará. – Propuso Alba.

- Vale. – Aceptó Natalia entusiasmada.

- Hay varias rutas y para verlo completo se necesitan varias horas, por lo que es mejor hacerlo en primera o verano ya que hay más horas de sol, pero... en invierno también es muy bonito.

- Estoy segura, me encantará verlo. – Dijo Natalia.

- Además así te puedo enseñar un poco la ciudad. – Añadió Alba.

- ¿Sí? ¿Iremos andando?

- ¡Claro! Está a unos veinte minutos de casa de mi abuela.

- ¡Que guay! Tiene que ser increíble vivir aquí.

- Si que lo es. De pequeña venía mucho más. En las vacaciones del colegio, y muchas semanas también estaba Julia. Nos lo pasábamos bien.

- No lo dudo. – Dijo Natalia con algo de melancolía en la voz. A ella también le hubiera gustado pasarlo bien en su infancia, y aunque no la consideraba mala, un amigo con quien compartir experiencias hubiera estado bien. - ¿Y qué más hay para ver?

- Pues... Hay un par de lagos más, aunque más pequeñitos que este. Está el parque Schloßpark Buckow. El centro es bonito y acogedor, nada que ver con el centro de Berlín. Y bueno... rodear este lago también es un paseo muy bonito.

- ¿Cuánto se tarda? – Preguntó Natalia.

- Diría que un par de horas. Todo depende de lo que pares.

- Me gustaría hacerlo.

- Pues lo haremos. – Dijo Alba sonriendo. - ¡Mira! – Exclamó señalando al horizonte.

Ambas se quedaron en silencio mientras contemplaban la puesta de sol. Alba abrazó a Natalia por la cintura, y ésta apoyó la cabeza en el hombro de Alba. Se quedaron así hasta que el sol se hubo marchado.

- Deberíamos volver. – Dijo Alba, pese a que no le apetecía mucho, pero sabía que pronto el frío sería excesivo para quedarse allí.

- Sí, vamos. – Dijo Natalia levantándose y tendiéndole una mano a Alba para ayudarla.

Serendipia (Albalia)Where stories live. Discover now