Capitulo 48

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Flashback

Alba se despertó cuando dejó de sentir el movimiento del coche. Abrió los ojos desorientada hasta que vio a sus padres sentados delante de ella en el coche familiar. También notó una reconfortante presencia contra ella y al mirar se encontró a Olivia apoyada contra ella, la recolocó para que estuviera mejor y volvió a abrazarla. Entonces prestó atención a la conversación que sus padres estaban teniendo con un soldado, que por su uniforme parecía americano. Casi salta de la emoción al oír lo que decía, que hacía tres días que había liberado Mauthausen-Gusen. Tenía que encontrar a Natalia.

- ¡Vamos! – Dijo Alba con énfasis a la vez que sobresaltaba a sus padres.

- Cariño... - Empezó a decir Rafi.

- ¡No! – Estamos más cerca de Austria que de Berlín. – Se quejó Alba.

- Pero vosotras necesitáis descansar y recuperaros. – Apuntó Rafi.

- Ya descansaremos. – Insistía Alba.

- Iremos a casa. – Ahora fue Miguel el que habló. – Os dejamos con tu abuela y tu madre y yo vamos a buscar a Natalia.

- No merece la pena. – Insistía Alba. – Porque igualmente voy a ir con vosotros.

- Cariño... - Volvió a intentar Rafi.

- No. Esto no es discutible. – Dijo Alba con vehemencia.

- Yo también voy. – Dijo Marilia, siendo ahora ella la que sobresaltara a todos. – Puede que Sabela esté allí.

- Pero... - Empezó a decir Rafi aunque se calló al ver la decisión en la cara de ambas. – Está bien, pero pararemos a dormir en algún sitio esta noche y ya llegaremos mañana por la mañana. Y eso no lo voy a discutir.

Ambas jóvenes asintieron con la cabeza aceptando ese pequeño retraso en su llegada.

Finalmente hicieron una pausa antes de llegar a la frontera con Austria, alojándose en un pequeño hostal donde también se alojaban soldados americanos. Alba no terminaba de entender porque los americanos los ayudaban tanto, eran el enemigo ¿no?

Después de una buena comida, al menos para las tres personas que llevaban tanto tiempo encerradas en un campo de concentración, esa comida era sin duda un gran manjar, se fueron a dormir en la habitación que les habían asignado. La habitación contaba con dos camas de matrimonio y un pequeño baño. Lo primero que hicieron fueron bañarse. Marilia se recreó en la bañera y después Alba se metió junto con Olivia y no salieron hasta que ambas dejaron de sentirse sucias. Sus padres habían metido algo de ropa de Alba y Natalia en una maleta y Alba la compartió con Marilia, pudiendo por fin deshacerse de aquellos asquerosos y apestosos uniformes. Encontrar ropa para Olivia fue algo más complicado, pero mientras las chicas se bañaban Miguel y Rafi fueron a comprar algo de comida al pueblo para el viaje y de paso mirar si encontraban algo de ropa para la niña. Finalmente compraron un par de conjuntos infantiles y un pijama que le venía un poco grande, pero que no tardaría en quedarle pequeño.

Al final las tres se sentían limpias, incluso antes del baño y mientras esperaban la cena del hotel, Rafi las había ayudado a embadurnarse el pelo con vinagre para quitar los piojos y cualquier bicho que pudieran haber cogido en el campo.

Y pese a tener que compartir cama, algo a lo que estaban más que acostumbradas, por fin pudieron dormir en un sitio limpio y sobre todo, seguras.

Al día siguiente se levantaron y después de desayunar recorrieron los kilómetros que les quedaban siendo acompañados por un par de camiones con soldados americanos que también se dirigían a Mauthausen-Gusen. Hicieron una pequeña pausa para comer poco antes de llegar al campo, porque tanto Miguel como Rafi sabían que una vez allí no habría forma de hacer comer a su hija. Finalmente pasado el medio día llegaban al campo de concentración encontrándose otra vez con el horror.

Serendipia (Albalia)Where stories live. Discover now