Epílogo

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Ya había pasado más de un año desde que Alba y Natalia habían empezado su nueva vida en Nueva York. No siempre había sido fácil y los rumores de su relación no tardaron en circular entre sus conocidos, pero a ellas les importaba bien poco, sabían lo que sentían y se sentían a gusto con eso, los demás les daban igual, ellas y su familia era lo más importante para ellas, sabían que no todo iba a ser sencillo ni bueno, pero el poder de su amor y de su amor por su familia era lo suficientemente fuerte para poder con todo.

Los padres de ambas, y sus abuelas, había llegado sobre las fechas previstas a Nueva York y se instalaron en su nuevo país ayudados por su familia y amigos. Esas primeras fiestas en un nuevo país fueron algo extrañas para todos aunque intentaron mantener el espíritu que siempre habían compartido en Berlín. Celebrarlas disfrutando de esos especiales días todos juntos.

Finalmente Julia y Carlos se habían casado celebrando dos bodas, una por el rito cristiano y otra por el rito judío. Era sin duda una pareja curiosa, solo porque uno era cristiano y el otro judío,, que no dejaba de ser algo para lo que la sociedad todavía no estaba preparada para aceptar, algo similar que lo que pasaba con las parejas del mismo sexo. Pero pese a todo la pareja era feliz y estaban esperando su primer hijo o hija que nacería en el verano de 1948.

Maria también se había casado con Pablo Amores , después de hacer la presentación oficial del novio, y por supuesto ambos empezaron a vivir juntos después de la boda que tuvo lugar a finales del verano de 1947. En esos momentos ya se estaban planteando aumentar la familia aunque por el momento no habían realizado ninguna declaración así que no sabían si un nuevo miembro venía o no en camino.

Por otro lado Hope había empezado a ir al jardín de infancia en septiembre de 1947 y Alba había buscado trabajo como enfermera y estaba trabajando en un hospital de Brooklyn, no es que estuviera muy cerca de casa pero con el metro no tardaba en llegar. Pero pese a que le gustaba su trabajo en ese momento tenía otra idea en mente, algo que había hablado con su padre y que éste le había ayudado a planear y llevar a cabo.

Rafi también había buscado trabajo de enfermera pero a su edad era más complicado conseguir algo fijo así que finalmente se había unido a su marido en la empresa. Empresa que estaba yendo muy bien y vendiendo sus productos por todo el país. En esos momentos lo que más vendían eran radios y cámaras fotográficas seguidos de productos del hogar como neveras o lavadoras. En Nueva York habían abierto dos talleres, uno dedicado a productos más de ocio y otros para el hogar, y ambos funcionaban muy bien. Vendían para varias pequeñas tiendas de Nueva York y también a grandes cadenas de tiendas a nivel nacional. La parte que había quedado en Berlín en esos momentos solo producían productos tecnológicos para el hogar pero se vendían bastante bien por Alemania teniendo en cuenta que la economía todavía necesitaba tiempo para recuperarse.

Hacía un par de meses que habían empezado obras en el bajo del edificio, que según había dicho Miguel había sido alquilado para montar algún negocio pero no había dicho nada más. A todos les parecía algo extraño que Miguel no supiera que iban a montar allí ya que era propiedad de él, pero Miguel lo único que dijo es que no tenía más información.

Un miércoles de principios de abril de 1948 Alba y Natalia había aprovechado que los abuelos se habían quedado con las niñas para pasear y disfrutar de un tiempo a solas, como solían hacer en Berlín antes de que todo el horror estallase y sus vidas cambiaran para siempre.

Ya volvían a casa después de aprovechar ese soleado día para dar un paseo mientras hablaban de sus cosas, de sus vidas y de como habían cambiado. También habían parado ha merendar antes de regresar para no perder viejas costumbres. Llegando a casa Alba hizo frenar el avance de Natalia cogiéndola del brazo.

- Cierra los ojos. – Le dijo Alba.

- ¿Qué? – Dijo Natalia sin comprender.

- Que cierres los ojos. – Volvió a decir Alba esbozando una sonrisa misteriosa en sus labios.

Serendipia (Albalia)Where stories live. Discover now