Capitulo 53

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La llegada de Maria y Julia le dio a Natalia la oportunidad de preparar una celebración del cumpleaños de Alba como las de antes. Sabía que a su chica los regalos le daban igual, pero estaba convencida de que estaría más que emocionada de poder compartir ese día con toda la gente que quiere, sobre todo con sus añoradas amigas, después de tantos años. No iba a preparar nada espectacular pero esperaba poder celebrar una comida como las de antes, todos juntos en el jardín. También le había comprado un pequeño regalo con la ayuda de Olivia que parecía encantada de participar, y por lo que Natalia pudo comprobar, se le daba muy bien guardar secretos y no le había dicho nada a Alba. Y también le había comprado otro regalo que esperaba poder darle a solas y que, además, se encontraba muy nerviosa por dar.

El día del cumpleaños era un miércoles, pero tal y como estaban los tiempos no parecía ser importante y todo el mundo se las arregló para poder estar disponible ese día para comer en la casa de los Reche como si de un fin de semana se tratara. Por suerte hacia buen tiempo y pudieron sacar la mesa grande y comer en el jardín. Asistió todo el mundo, cosa de la que Natalia no pudo estar más orgullosa porque era lo que más deseaba para su chica ese día. Estaban los Reche, los Lacunza, las abuelas, los Medina al completo, Joan había vuelto hacía pocos días, Maria, Carlos, Marilia y Sabela, Africa y Thiago, y las más importantes Olivia y hope.

La comida transcurrió tranquilamente, hablando solo de cosas buenas, de tiempos pasados, compartiendo anécdotas. Por supuesto el pastel corrió a cargo de la abuela de Alba, que había preparado el preferido de su nieta que después de tanto tiempo sin probarlo prácticamente lo devoró.

Después de comer se repartieron los regalos, nada muy especial, más bien cosas necesarias como ropa o productos de cosmética. Natalia, Olivia y Hope le regalaron un nuevo diario ya que en palabras de Natalia "ahora empezaba una nueva etapa", y Alba lo aceptó encantada ya que su último diario estaba prácticamente lleno y, efectivamente, ahora empezaba una nueva etapa en sus vidas, una etapa que esperaba que estuviera llena de amor y felicidad y que todo lo malo quedara atrás.

Después de los regalos Alba se retiró a la intimidad de su habitación para darle de comer a Hope, que ya empezaba a demandar su comida. Alba se sentó con ella en el sillón que había junto a la ventana mientras la contemplaba embelesada, su niña, su pequeña, su milagro, su esperanza. Puede que naciera un mes antes, que fuera pequeña, pero sin duda era una campeona. Los primeros dos meses se despertaba cada dos, tres horas con suerte, para comer, y por suerte después volvía a dormir. Ahora durante el día no dormía tanto pero comía cada cuatro horas y si no dormía igualmente estaba tranquila en los brazos de cualquiera, siempre había alguien dispuesto a cogerla y jugar con ella. Y muchas noches aguantaba seis horas seguidas sin despertarse lo que era una suerte para el descanso de Alba y Natalia

Cuando terminó de amamantar a la pequeña de casi cuatro meses ya, se la colocó sobre su pecho y la arrulló hasta que se durmió, disfrutando de ese momento de intimidad. Nunca se hubiera imaginado que podía ser tan reconfortante tener un bebé en esa posición, y sin duda si el bebé era el tuyo hacía que la sensación todavía fuera más intensa e íntima. No solo era un momento de relajación para el bebé sino también para la madre.

No se dio cuenta de cuando se había quedado dormida pero se despertó cuando sintió a la pequeña moverse encima suyo. Al despejarse se dio cuenta de que alguien las había tapado con una fina manta. No tenía que ser adivina para saber que había sido Natalia. Aguzó el oído y no pudo evitar sonreír ante el jolgorio que se oía en el jardín. Se asomó a la ventana cerrada de su habitación observando como Natalia, Africa, Julia y Maria correteaban detrás de Thiago y Olivia que reían a carcajadas.

Con la pequeña todavía en brazos se dirigió al piso inferior y fue hasta el jardín quedándose en la puerta observando ese momento de diversión sin querer romperlo.

Serendipia (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora