O4

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— Escuché que los enanos estarán este fin de semana juntos —Taehyung lanzó su pelota al aire, volviendo a sujetarla tras la caída—. Qué irritante.

— Son amigos, ¿qué esperabas? —respondió Yoongi de mala gana.

— Solo decía — El chico de gorra dejó en paz la pelota y observó fijo el techo.

Ambos chicos se hallaban acostados en la cama de Yoongi, pero pese a que la cama era muy grande, ellos estaban bastante juntos. Era normal para ambos, no les generaba rechazo la presencia del adverso. Yoongi salió de sus pensamientos y observó a Taehyung quien tenía su nariz ligeramente fruncida.

— No deberías ser tan metiche — Yoongi esbozó una sonrisa gatuna—. El cerdito no te quitará a Jungkook.

Taehyung rodó los ojos y bufó molesto.

— Quería jugar con él hoy —Se lamentó—. Pero como se fueron a casa de Jimin, no se quedó para estar conmigo. Eso me molesta.

Yoongi liberó una fuerte carcajada y negó con su cabeza, su primo era todo un caso de bestia fuera de control. Eso lo divertía y preocupaba al mismo tiempo, ¿pero qué iba a hacerle?

El castaño cogió una libreta en la mesita junto a él y comenzó a hojearla; la mayoría de las páginas estaban ocupadas por notas incomprensibles o uno que otro dibujo, garabatos mejor dicho.

— ¿Se supone que esto es tu diario? — Se burló Taehyung alzando una ceja.

Yoongi le arrebató la libreta de mala gana y lo colocó de su lado, Taehyung soltó otro bufido y se cruzó de brazos.

— No te comprendo, Yoongi —comentó con pesadez el castaño mientras colocaba sus brazos detrás de su nuca y se apoyaba en ellos como si fueran una almohada—. Todo el colegio te teme, haces que la gente se ponga incómoda en tu presencia, y realmente casi nunca haces nada. Te lo digo como primo y hermano: me atrevería a decir que eres más bueno que el pan en realidad y muy tranquilo. No eres alguien de quien realmente deberíamos temer.

Yoongi se mantuvo en silencio escuchando las palabras de su primo.

— Aún... — Susurró en voz baja el pelinegro.

— ¿Hablaste?

— Sí. ¿Quieres jugar Outlast?

— Watch Dogs es mejor.

Yoongi rodó sus ojos por novena vez en el día. Su primo se sentó en el piso mientras el azabache iba a prender la pantalla y colocaba el juego mencionado, Taehyung esbozó una sonrisa satisfecha.

— Eres el mejor. ¿Lo sabes?

El de tez más pálida prendió ambos controles y le cedió uno a su primo antes de ir a sentarse junto a él. Justo cuando se hallaban seleccionando la partida, tocaron a su puerta. Antes de ceder el paso, esta se abrió y la madre de Taehyung apareció, apoyándose en el marco de la puerta con un cigarrillo.

— ¿Qué hacen, chicos? —preguntó dándole una calada.

— Vamos a jugar un rato —respondió Taehyung acomodándose la gorra.

— ¿A dónde vas? — cuestionó Yoongi al ver a la mujer tan arreglada y maquillada.

— Qué observador, Yoongi —sonrió ella satisfecha—. Saldré a cenar con el señor Jeon.

Yoongi y Taehyung se vieron mutuamente.

— ¿Pero Jungkook no está con Jimin? —inquirió Taehyung alzando una ceja.

— Por eso mismo. Como Jungkook no está, saldremos.

— Diviértete entonces.

— Cualquier cosa está acá tu madre, Yoongi —prosiguió la mujer ahora viendo al azabache—. Si no está drogada hasta la médula... —Negó—. Yo regreso en la madrugada, cuídense.

INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( CORREGIDA )Onde histórias criam vida. Descubra agora