O6

5.3K 1.1K 1.7K
                                    

— ¡Piensa rápido!

Jimin reaccionó justo a tiempo para atrapar la pluma que Jungkook le había lanzado. Agradeció con un cabeceo formal y volteó para seguir prestando atención a la clase de literatura.

— Bueno, no es de esperar que sea nuevamente el joven Park quien haya sacado la nota más alta respecto al trabajo de literatura — Comentó el profesor mientras se acercaba al susodicho entregándole su evaluación, Jimin esbozó una sonrisa— . Felicidades.

Jimin esbozó una sonrisa satisfecha al ver que estaba a nada de la puntuación máxima.

— Para alguien de su edad escribe con mucha madurez y sentimiento, me gustaría que pasara a leerlo frente al salón. ¿Le importaría?

Jimin se tornó completamente carmesí.

— Ande, sé que puede — El profesor le sonrió con seguridad.

Jimin asintió con timidez mientras se levantaba con torpeza de su silla, tirando un par hojas. Se inclinó veloz a recogerlas pese a las risas de fondo de unos chicos, risas que fueron calladas al momento con la mirada asesina de Jungkook.

Jimin se pasó la mano por el cabello —haciendo suspirar a una que otra chica—, y se colocó frente a la pizarra con el texto en sus manos. Sus manos lo sujetaban con firmeza, escondiendo su apenado rostro tras el papel.

— Bien Jimin, lee la descripción de una persona que haya marcado tu vida. Estamos ansiosos por escucharte — Lo animó el profesor.

— S-sí, claro.

Tomó una pequeña respiración, iniciando.

— La m-mirada que sostiene es profunda, como el mismo averno exhibiéndose al vacío— Comenzó en voz baja— . El respeto profundo a una estatua de guerra, teñida de mármol sangriento y fuerza descomedida — Aumentó un poco el tono de su voz —. Su cabello es negro como la noche, es el pelaje de una pantera a punto de brincar sobre su presa. Pero yo no siento miedo, me veo sumergido por la admiración helada a su presencia.

Todos lo miraban estupefactos, sobre todo Jungkook, quien lo escrutaba horrorizado.

— M-marcó mi vida con su mordida, sin permitirme la libertad — Apretó sus ojos debido a la pena que le ocasionaba leer lo siguiente—. Y por eso es mi musa, porque me dejó marcado como nadie más me había marcado. No fue físico, ni fue mental. Él marcó mi alma.

El silencio se apoderó del salón unos momentos. Jimin bajó la hoja y observó el entorno. Una chica de la primera fila comenzó a aplaudir con lentitud hasta que poco a poco los demás se unieron ocasionando un coro bastante estruendoso.

— Es increíble Jimin, ¿pero estás seguro de que solo es tu imaginación? — preguntó una chica.

— Sí, le comenté al profesor que todo era meramente imaginario. Si no, hubiese hablado de mi madre, pero creo que ya los tengo cansados de hablar maravillas de mi progenitora —sonrió encantador.

Las niñas se vieron entre ellas con ojos brillantes.

— Gracias joven Park, puede volver a su asiento — El profesor le sonrió—. ¿Alguien más quiere pasar a leer?

Jimin observó a Jungkook. Su mejor amigo negó con su cabeza seriamente, el rubio elevó sus hombros con una sonrisa apagada y volvió su vista una vez más al frente. Sabía que quizá no fue correcto escribir sobre él, pero necesitaba desahogo de una forma, la que fuera. Y nada había sido mejor que aquella clase. Además, después le mostraría su escrito, estaba seguro de que le gustaría mucho.

Jimin sonrió ante la idea, quizás escribiendo pequeños poemas o textos para él sería la forma de librarse de sus golpes.


.


INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( CORREGIDA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora