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Sus manos recorrían con lentitud su dura erección ejerciendo leve presión en su glande. Dejó prófugo un gemido entrecortado y se mordió los labios cerrando sus ojos, aumentando el ritmo de su bombeo y dejándose llevar por emociones vergonzosamente placenteras.

Pese a todo, sus movimientos seguían siendo tímidos y delicados. Crispó sus piernas y siguió tocándose, liberando gemidos cada vez más agitados y suspiros temblorosos al ver que su erección se volvía más sensible al tacto y tomaba un intenso color rojizo.

— Yoongi... —Jadeó en voz baja—. Carajo.

Su espalda se arqueó cuando la imagen del azabache de macabra sonrisa dominó su mente. Sus manos se movieron con genuino desespero por todo su cuerpo para poder alcanzar su ansiado clímax. Presionó sus dientes contra su labio inferior y apretó sus ojos al momento en que se sintió llegar. Enterró su rostro en aquellas sábanas blanquecinas y su anatomía se estremeció al sentir su tibio semen escurrir entre sus dedos. Aquello le hizo temblar entre suspiros. Sus labios se hallaban rojizos y brillantes debido a la saliva en ellos; tras eso se relamió y aspiró profundamente el aroma de su cama.

Abrió sus ojos inyectados en placer con las pupilas dilatadas y el cuerpo sudoroso. Se sonrojó al pensar nuevamente en lo que había hecho y sobre todo, el nombre que se había escapado de sus labios.

Habían transcurrido cuatro días desde que Yoongi le realizó unas cortaduras en busca de las fotocopias. Siguió dando vueltas en su cama, pero poco después escuchó un mensaje llegar. Se incorporó, cogió su teléfono y lo desbloqueó para entrar a sus chats. Se desconcertó bastante al leer que le había llegado un mensaje de Min Yoongi. Sí, el mayor tenía su número ya que le había exigido que se lo brindara.

"¿Estás despierto?"

El rubio se cuestionó en si ignorarlo, pero ya había ingresado al chat. Apretó su labio inferior y que respondió sí. Yoongi vio el mensaje, pero se demoró en contestar. Jimin salió de la aplicación y revisó algunas notificaciones para perder el tiempo y poco antes de caer dormido, su celular vibró anunciando que otro mensaje del azabache había llegado.

"Baja y no hagas ninguna maldita pregunta".

Jimin elevó una ceja entre confundido y asustado. Liberó un bufido y se incorporó de la cama para colocarse una sudadera sobre su playera de pijama color gris. Agarró las llaves en su escritorio y abrió la puerta de su cuarto; su madre ya se había ido a dormir.

Cerró la puerta de su habitación en silencio y se deslizó por la sala hasta la entrada principal. Cuando alcanzó el pasillo central del edificio liberó un suspiro de alivio y cansancio, bajando las escaleras con rapidez hasta dirigirse a la entrada principal para salir a la calle. Una vez afuera, se abrazó a sí mismo observando de izquierda a derecha.

Finalmente distinguió a Min Yoongi en una esquina sentado en una de las bancas del parque frente a su edificio. Pasó  saliva y se fue acercando a aquella preponderante anatomía y claro, Yoongi elevó la mirada cuando lo tuvo enfrente.

— ¿Cómo se te ocurre llegar así en plena noche? —inquirió en voz baja el rubio—. Espera, más importante. ¿Cómo sabes dónde vivo?

— Te necesito —Fue lo único que respondió el azabache, Jimin sintió su piel erizarse.

— ¿A qué te refieres? — Preguntó con cautela.

INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( CORREGIDA )Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt