55

2.2K 539 1.5K
                                    




JIMIN POV


Los siguientes días se vuelven tormentosos y oscuros.

Tratar con los impulsos suicidas del pelirrojo se convierte en un rato al punto donde debo mantenerlo encerrado en su habitación y vigilado constantemente. Le he arrebatado cualquier objeto punzante, arma, gancho, utensilio que pudiese ser un problema en un débil intento de mantenerlo a salvo.

El primer día no habla, tampoco se mueve, solo observa perdido a la ventana sin siquiera molestarse en comer algo o tomar agua. Desconozco en qué momento puede dormir ya que siempre que despierto a verlo, se encuentra en la misma posición.

El segundo día no es muy diferente, pero es cuando intentó apuñalarse quebrando el espejo del baño. Corrí con suerte de estar cerca de allí al momento del alboroto y poder detenerlo justo a tiempo, aunque heridas feas sí se hizo. No me dejó curarlo, no habló, pero solo bastó un movimiento para zafarse de mí y regresar a su huelga de hambre y silencio. Seguía sin beber agua.

El tercer y cuarto día fui a recoger la comida echada a perder de su habitación y aproveché que se quedó dormido para limpiar un poco. Me quedé con él un largo rato hablándole, pero jamás respondió. El cansancio y el estrés empezó a consumirme buscando con desespero alguna forma de comunicarme con Yoongi, pero al tratar de hablar a su último número, ya no existía. Por ende debía esperar a que él se pusiera en contacto. ¿Pero cuánto tiempo más demoraría?

El quinto día aproveché la nula fuerza del pelirrojo para obligarlo a tomar agua. Resistió sacudiendo la cabeza y diversos empujones, pero debido a su estado no tenía más fuerza que un niño pequeño. Se rindió. Su trabajado cuerpo se demacró, perdió peso a un ritmo inquietante y allí supe que si no actuaba pronto, él iba a dejarse morir en vida.

El sexto me coloqué de cuclillas a la altura de la cama para poder verlo con los ojos húmedos debido a la impotencia. Él mantiene la vista fija en un punto muerto y aunque estoy frente a él, no reacciona y mucho menos me observa.

— Taehyung... —inicio tomando aire—. Por favor. Te necesito conmigo en este momento, no puedo hacer todo solo. Te dijeron que debías cuidarme, ¿no? Por favor levántate y come algo. ¿Qué va a pasar si nos encuentran?

No responde.

— Taehyung —prosigo acortando la distancia sosteniendo su brazo—. Lo que hiciste fue una mierda, en circunstancias normales no podría compadecerme por ti alguna vez, pero por favor te necesito. Nos estamos quedando sin comida y yo no conozco las rutas ni atajos seguros. Yoongi aún no se pone en contacto.

Silencio.

— Taehyung...

No tiene caso.

El séptimo y el octavo día ya no sé qué más hacer. Lo obligo a comer, intento abusar de lo débil que se encuentra para meterle comida en la boca, pero la escupe o a los pocos minutos empieza a vomitar.

Me veo en la obligación de trasladarlo a rastras a una habitación con ventanas debido al hedor que empieza a instalar al encierro y mala higiene, pero es entonces cuando ya no me puedo despegar de él en ningún momento. Aunque él tampoco ya tiene siquiera la fuerza para moverse puesto a que en la noche del día ocho por fin puedo meterlo con ropa a la ducha y no pone queja. No se resiste, ni gruñe, o murmura. Se queda en blanco viendo la nada.

Mañana del noveno día.

Sostengo el cuchillo entre mis dedos aproximándose a su cuerpo que está tendido boca abajo en la cama. Lleva la vista al objeto punzante con una lentitud tortuosa y por un pequeño momento veo sus ojos brillar con enfermiza esperanza. Por desgracia no será lo que él desea.

INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( CORREGIDA )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora