INNOCENT ; YOONMIN : + 21 ( CORREGIDA )

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JIMIN POV

No me considero especialmente fanático de los aviones por diversas razones. Entre ellas mi miedo a las alturas que era la principal; tampoco me gustaban las turbulencias, era inquietante sentir el avión moviéndose de un lado a otro rechinando y fomentando un aire de tensión entre todos. El simple hecho de pensar que estabas a miles del metro del suelo ya era aterrador y pensar que en cualquier momento podría caer y matarte, era más que suficiente para que nunca me subiera a uno.

Claro que tarde que tempano iba a ocurrir y tocó hoy.

Observo de soslayo a Yoongi con sus maletas en completa calma, su madre se encuentra hablando con una mujer para entregar las maletas y finalizar de documentarlas. Examino el entorno aburrido:hay muchas personas paseándose con maletas, vistiendo de forma extravagante, otras más abrigadas, parejas, familias, gente solitaria... un poco de todo.

Me balanceo sobre mi lugar y cambio el peso de mi pierna al resentir el cansancio por estar de pie. Me había tenido que levantar a las cinco de la mañana para que cogiéramos el vuelo de las ocho. Me era impresionante como aún tan temprano el aeropuerto podía estar así de lleno.

— Listo, en el ala B podremos desayunar algo —Habla la madre de Yoongi viéndonos a ambos conforme guardaba unas hojas en su bolso—. Una vez en el hotel ya podrán comer todo lo que quieran.

— Lo agradezco, señora Min —Sonrío palpando mi mochila de mano—. Aunque no se preocupe, yo traje mi dinero para evitar molestias.

— Eres un encanto, permíteme invitarte. De no ser por tu madre no estaríamos en este país, mucho menos yo posicionada en mi excelente trabajo y Yoongi y Taehyung no habrían estudiado en el extranjero. Es lo menos que puedo hacer para demostrar mi agradecimiento —La señora Min me sonríe, pero Yoongi se mantiene inexpresivo—. Anden, en una hora abordamos.

La seguimos en silencio. Yoongi apenas me ha dirigido la palabra desde que fueron a recogerme. Yo me había quedado en los asientos traseros jugando con mis dedos y platicando con la señora Min conforme Yoongi observaba por la ventana. ¿Estará enojado?

— Hey —Yoongi rompe el silencio cuando llegamos, captando la atención de su madre. Bueno, al menos no ha perdido la lengua—. Jimin y yo iremos al baño, ¿puedes guardar nuestras cosas?

— Claro, aquí estaré sentada. Los espero.

¿Yo quería ir al baño?

Yoongi comienza a avanzar y por instinto lo sigo acelerando el paso para colocarme a su altura. Lo observo de reojo, pero él mantiene la vista al frente sin siquiera voltear a verme. Ingresamos a los baños que se encuentran ocupados por dos hombres más que nos observan de pies a cabeza antes de seguir en sus necesidades. El azabache se acerca a ellos y comienza a bajar el cierre de su pantalón, a lo que yo volteo a otro lado. Siento la mirada de los hombres sobre mí y la presión se vuelve tanta que yo también me acerco a orinar, aunque realmente no tenga ganas.

—Estás algo callado —Hablo evitando a toda costa ver a Yoongi, pero sé que me escucha—. ¿Todo bien?

— No puedo decir lo que pienso estando mi madre cerca —responde en un tono burlón—. Tratándose de ti, claro.

Peculiar forma de entrever lo contraproducente que puede resultar.

Nos dirigimos al lavamanos para poder asearnos.  Al levantar la vista al espejo y examinarme miles de recuerdos invaden mi mente; el escenario se vuelve claro: Yoongi acorralándome contra el lavamanos, apagando la luz, cerrando la puerta y besándome. Mi primer beso... con él.

Rememoro aquellos ósculos sobre mi cuello, sus labios atacándome con furia conforme acaricia mi cadera. El recuerdo se mantiene vivo, la pasión desenfrenada me confundió a esa edad, pero ese beso con el mismo nivel de intensidad hoy en día lo vería de otra forma. No aterrador y asqueroso, oh claro que no.