*Capítulo 16*

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Al final de todo no pasó nada, ya que su mamá no la regañó más de camino a la casa, tan solo se quedó vigilando a un pequeño niño que le habían dejado encargado. Mientras tanto, yo ordenaba mi cuarto como pretexto, para que mi mamá no se diera cuenta de que estaba hablando con Vania.

Ella me contó que al final de todo, las madres de familia del salón dieron torta, para la lástima de Janet no llegó a recibir ni un trozo de pastel.

—Oye Vania, creo que es mejor idea de que juntas vayamos a entregar periódicos, no sé, pero quiero que conozcas más cosas de mí.

—Quisiera eso, pero no le veo la necesidad.

Mi mamá tocó la puerta para averiguar si me sentía segura o no, yo le respondí desde la parte de abajo de la puerta. Aunque ella seguía molestándome, diciéndome que bajara a la sala para conversar con ella un rato más.

Pero Janet no le dio importancia a la situación, de repente su celular sonó por la llamada. Era Cristina que con una voz casi cansada le llamaba para explicarle de algunas cosas.

Janet no le contestó, mas solo atinó a mandarle un mensaje por su número. Ella seguía preguntándose cómo tuvo su número. Sintió el silencio rondando en su cuerpo y un tremendo dolor en su pecho, ya que leyendo los mensajes se dio cuenta de que algo le pasó a su padre.

Muy confundida, quiso preguntarse por qué Cristina conocía a su papá; sin embargo, no pudo recibir ni una sola respuesta. Hasta este punto, Janet bajó las escaleras para revisar cada ventana y abrir la puerta. Su mamá, que estaba cocinando su comida favorita, se percató de esto.

Rápidamente, fue por ella para preguntarle qué pasaba. 

—No nada, mamá —dijo Janet mientras dudaba en sí responderle o no.

A causa de esto, ella la mandó a la sala para conversar sobre sus problemas e inseguridades, aunque no había tiempo para esperar; sonaban muchos mensajes de Cristina, tratando de explicarle que su padre se retorcía en el dolor, puesto a que un carro le había atropellado.

Cuando su mamá no observaba nada, Janet aprovechaba para revisar los mensajes. No supo qué más hacer que solo quedarse tirada, pensando. Si de alguna manera le llegaba a hablar de su padre, su mamá no le haría nada de caso, ya que el enojo persistía.

—Mamá, tengo que salir —repuso Janet.

—¿Y se puede saber a dónde vas a ir? Porque me estás teniendo muy preocupada en estos momentos.

—Mi papá, acaba de sufrir un accidente en una carretera.

Al escuchar esa noticia, su madre se quedó quiera, en silencio y agarrándose el corazón. La depresión vino en ella porque no creía lo que escuchaba. Janet no le importó su actitud, así que se fue por donde le indicaba Cristina.

Ver a todas las personas caminando, tan tranquilas a diferencia de Janet, era como si estuvieras sola, sola en un mundo donde nadie te hacía caso; como una extraña que veía a gente diferente.

En la segunda entrada de un mercado, observó la cara de Cristina. Ella llevaba una maleta para jugar boliche y tenía el caballo muy arreglado. Janet se le acercó con demasiado enojo, tratando de creer que lo que escuchó era mentira.

—Al fin te encuentras acá, mira, debemos de irnos pata ver a tu padre —gritaba Cristina.

—No iré a ninguna parte contigo, hasta que me empieces a explicar lo que acabas de decir, ¿y si todo resulta en ser una broma? —se molestó Janet—. Y espero que me hables con sentido.

—Bueno, lo que quiero decirte es que mi padre es un buen amigo de él, es por eso que unas personas lo llamaron indicándole el suceso. 

—¿Y cómo rayos te sabes mi número?

—Ay, eso no tiene nada que ver además, sino vienes, tu padre va a seguir sufriendo.

Janet le hizo caso y la siguió rumbo a aquella carretera. Al cabo de media hora, vieron cómo ya todo quedó vacío, su padre ya no estaba y la gente que era testigo tampoco. Había autos de policías, además de algunos médicos.

La pista se veía manchada de sangre. Esto no lo pudo creer Janet, que sintió que ya nada valía. Al volver a su casa, ella se quedó pensando en todo lo que vio.

Su mamá, a pesar de lo sucedido, se fue a trabajar, ya que sino le descontarán una gran parte de su sueldo. Mientras tanto, Janet, muy devastada, quiso recurrir a su teléfono para llamar a su padre.

Pero nadie contestaba; al menos hubiera respondido una enfermera o alguien de los doctores, aunque ya no pasó nada más. Después de servirse la comida, ella cenó, a la vez que miraba la pantalla de su celular, con el afán de contarle a Vania lo sucedido.

—Lamento muchísimo lo que le haya pasado, aunque si lo ves del lado bueno puede ser que ya esté recuperado, y no nos hemos dado cuenta.

—Entiendo eso, pero no puedo vivir sin mi padre. No es un tipo del todo bueno, pero siempre es y será mi padre.

Escuchó Janet como alguien tocaba la puerta, debido a la desesperación.

Su alegría fue tan clara como el agua, que al ver a su padre vivo, corrió directamente a la puerta para abrirle. No todo era feliz, ya que llevaba muletas como si fuera un cojo.

—Papá, ¡has llegado al fin! ¡Qué gusto es volver a verte! —le dijo Janet.

—Hija, no puedo aguantar la desesperación de al fin estar junto a ti, lo siento por haberle causado muchas desgracias a tu madre, y de quizá haberte faltado el respeto con mis palabras. 

Janet le limpiaba las lágrimas de sus ojos.

—No te preocupes papá, además ya tengo lista la comida, puedes sentarte con gusto —accedió Janet.

—Supongo que a tu mamá no le importó lo que me pasó, pero bueno; cosas que pasan...

—Papá, desearía poder escuchar tu testimonio y saber como pasó tu accidente.

—Tomé un auto desesperadamente, aún no me iba a ir a la casa, ya que un amigo mío quiso invitarme a su casa para poder almorzar junto a él —confesaba temblando por el horror—. Cuando me salí del auto, me dirigí hacia otra carretera. Cruzando vería la casa de mi amigo, de pronto una moto se estrelló con un carro.

—Y esa moto... ¿Te impacto a ti?

—Por desgracia, sí, lo que provocó que mi mandíbula estuviera dislocada, sino hubiera sido por la enfermera, seguiría así como así. Mis brazos también sufrieron por el impacto.

—No te preocupes, que voy a estar aquí para ti, además le voy a decir a mi mamá que no se enoje contigo.



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Punto pequeño

Capítulo 16

creativeLibrosJn

Publicado el: 06-03-2024

Punto pequeñoWhere stories live. Discover now