La Concubina Favorita Del Emperador Es Un O

Capitulo 4: Mascota

Después de conversar con San Xi, Wen Mingyu hizo un gesto con la mano y dijo que quería descansar un rato. Caminó hasta la cama y se arrojó.

Se hundió en la suave colcha de brocado, era como si toda su persona estuviera acostada sobre las nubes.

Aunque regresó sano y salvo, sus piernas todavía estaban un poco flácidas y suaves.

El aura del tirano era demasiado temible, incluso más fuerte que la de cualquier Alfa que hubiera visto antes. Si un hombre así fuera puesto en la era interestelar, estaría al nivel de un mariscal.

Afortunadamente, hoy fue bendecido, pero quién sabe qué sucederá la próxima vez. No quiere volver a enfrentarse al tirano nunca más.

Wen Mingyu se levantó de la cama y se sentó de rodillas, juntó las palmas de las manos con devoción, cerró los ojos con sinceridad y adoró. Esperaba que los cielos escucharan sus oraciones.

Lamentablemente, estaba claro que los Cielos no prestaron atención a su súplica.

Dos días después, el tirano volvió a llamarlo.

En ese momento, Mu Zhan estaba revisando los monumentos conmemorativos, todos los sirvientes del palacio estaban afuera, por lo que estaba solo en su estudio. Incluso el eunuco principal, Zhao Dequan, estaba parado afuera de la puerta.

El ambiente era tranquilo y silencioso.

Aburrido y pesado, como si no hubiera un alma viviente a la vista. Sólo el silencio frío, lúgubre y sofocante.

Anteriormente, quería este tipo de tranquilidad, el ruido sólo le daría dolor de cabeza y le pondría de mal humor. Sólo se sentiría un poco aliviado cuando matara a algunas personas. Sin embargo, de repente sintió una inquietud inexplicable y no pudo soportar el silencio sombrío.

Quiere ver algunos colores frescos y vivos.

Vertiéndose en esta oscuridad negra como el azabache.

Por razones que no logra comprender, recordó ese rostro radiante, con una sonrisa que llegaba hasta sus suaves cejas, y unos ojos demasiado puros y claros que se podían ver a través de una mirada. Era tan impresionante que la gente, sin razón aparente, tuvo el deseo de destruirlo y mancharlo.

Las cosas bellas son muy delicadas. El cuello esbelto y frágil, una ligera presión de los dedos y débiles marcas rojas emergerían. También se puede sostener en la palma de las manos y podría romperse fácilmente si se quiere.

También estaba esa leve fragancia afrutada. Era dulce y tentador, con una extraña sensación de familiaridad. De hecho, pacificó su corazón, con una propagación de emociones tranquilas y serenas. Inconscientemente, cerró los ojos y se quedó dormido en un sueño profundo.

Los pálidos dedos de Mu Zhan se curvan ligeramente. Golpea ligeramente la mesa, emitiendo un sonido claro y nítido. Lenta y repetidamente. Bajó los ojos, como si estuviera mirando los monumentos conmemorativos sobre la mesa, pero sus ojos estaban vacíos y desolados. No había señales de vitalidad.

Al poco tiempo, levantó levemente las pestañas y una luz oscura brilló en sus ojos entrecerrados. Incluso las comisuras de sus labios se curvaron un poco.