La Concubina Favorita Del Emperador Es Un O

Capitulo 21: Frutos secos

Desde la distancia, Mu Zhan, con los ojos helados, observó de cerca a las tres personas charlando y riendo. Para sorpresa de uno, el hombre vestido de verde claro golpeó naturalmente su mano con la de Wen Mingyu y le murmuró algo al oído. Wen Mingyu, sin darse cuenta, ladeó la cabeza y se rió de buena gana de lo que dijo.

Sin darse cuenta, se desprendió de su autocontrol. La deslumbrante sonrisa de Wen Mingyu lo molestó mucho. En un instante, su espesa intención asesina burbujeó y sus ojos se cubrieron de finas venas escarlatas. Su rostro era sombrío y deseaba poder cortar la mano que acababa de chocar con la de Wen Mingyu.

Zhao Dequan era muy consciente del cambio de actitud de Su Majestad. Su corazón se contrajo y respondió rápidamente. "Respondiendo a Su Majestad, él es Wei Yunlan, el segundo hijo del ministro sirviente del Ministerio de Personal".

Los ojos entrecerrados y penetrantes de Mu Zhan estaban terriblemente helados. “¿Desde cuándo el hijo de un sirviente puede entrar y salir del palacio imperial a su antojo? Parece que hay gente que todavía ignora las reglas y regulaciones”.

Los seis ministerios se erigieron rodeando el palacio imperial, y los hijos de los funcionarios estaban implícitamente autorizados a visitar a sus padres de vez en cuando. Esta era una calle lateral del palacio que no tenía conexión con la carretera principal. De hecho, no se reconoce que se trate de una infracción de la norma.

Sin duda, estas son palabras que Zhao Dequan no se atreve a expresar. Lo único que pudo hacer fue inclinar la cabeza y murmurar en voz baja para su corazón que, lamentablemente, el segundo hijo del viceministro había tenido malas horas.

Afortunadamente, su conversación terminó cuando Mu Zhan se acercó. Wen Mingyu se despidió de ellos y se dio vuelta para retirarse. Mientras avanzaba hacia el palacio imperial, vio claramente a Mu Zhan parado cerca.

Wen Mingyu se sorprendió, pero instantáneamente se movió delante de él. Se detuvo, lo miró y sonrió. “¿Por qué ha venido Su Majestad aquí? Que golpe de suerte."

Mu Zhan le lanzó una mirada y, a diferencia del pasado, respondió con un tono más agudo: “No por suerte. “

No tan afortunado como tú y ellos.

Wen Mingyu estaba perplejo y su mirada inquisitiva se dirigió al lado de Zhao Dequan. Aunque él tampoco puede ofrecerle ninguna mano, excepto ayudarlo con señales furtivas dirigidas al camino donde había estado anteriormente.

Wen Mingyu frunció el ceño y reflexionó durante dos segundos. Aturdido, hizo un ruido y pareció haber comprendido el motivo. Dio unos pasos para cerrar la brecha y extendió la mano, inconscientemente tirando de la manga de Mu Zhan. Luego se relajó y sonrió. “¿No está Su Majestad intrigada por lo que acabo de decirle a Sir Gong?”

Mu Zhan permaneció en silencio, su rostro en blanco transmitía su aparente desinterés. Y, sin embargo, inmediatamente después de que Wen Mingyu aflojó su agarre, rápidamente agarró su muñeca y la agarró firmemente.

Wen Mingyu no provocó conmociones ni otras emociones. Obviamente, este comportamiento había ocurrido con frecuencia y ya estaba acostumbrado.

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