La Concubina Favorita Del Emperador Es Un O

Captiulo 22: Charla

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La concubina imperial favorita del emperador es una O

CAPÍTULO 22 - CHARLA

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Wen Mingyu se sintió entretenido por la idea que se le ocurrió. No podía decidir si reír o llorar.

¿Cómo es siquiera concebible?

Sin embargo, cuando volvió a la cama, el semblante de Mu Zhan volvió a la normalidad después de revisar la habitación. El corazón de Wen Mingyu, que había dicho que era improbable, comenzó a agrietarse y no tuvo más opción que preguntarse si Mu Zhan realmente estaba cazando a la persona salvaje escondida.

Parpadeando dos veces, Wen Mingyu preguntó tentativamente: "¿Su Majestad está buscando algo?"

Mu Zhan se sentó con gracia al final de la cama, con expresión serena mientras lo negaba. "No."

"… Oh."

Wen Mingyu trabajó duro para reprimir su alegría. Inclinó la cabeza, como diciendo: "No sé nada". Dijo, de manera ingenua: “Prefiero comer y leer guiones en la cama, lo cual va en contra de las reglas de etiqueta. Es de mala educación. ¿Su Majestad me castigará por mis acciones?

Al escuchar sus palabras, vio un plato de frutos secos y un guión sin terminar en la cabecera de la cama. Todo esto estaba lejos de su especulación original sobre varias cosas. Por lo general, eso le enseñaría una o dos lecciones, pero sus sentimientos estaban un poco confusos en este momento. Por un momento, se quedó completamente sin palabras.

Finalmente, simplemente pronunció una frase: "Lo que quieras".

Ni siquiera intentó que le importara más.

Wen Mingyu no pudo evitar reírse y su tono era genuino: "Su Majestad es muy magnánima".

Mu Zhan se burló con vehemencia y se negó a replicar.

Wen Mingyu se removió en su asiento, sin saber si debía levantarse. En primer lugar, el emperador estaba aquí, y permanecer sentado perezosamente en la cama era absurdo... Espera un momento, ¿no parece importarle?

Lanzó una rápida mirada hacia Mu Zhan y estudió su expresión. Parece despreocupado por eso.

Wen Mingyu, entonces, se encorvó hacia atrás y se sentó hombro con hombro con Mu Zhan al final de la cama, y ​​al unísono, acercó el plato de bocadillos y tomó el guión. Luego lo presentó con entusiasmo y pasión.

“¿Su Majestad quiere intentarlo? Es bastante delicioso”.

Wen Mingyu recogió la fruta seca que previamente había mordido hasta casi la mitad. Se lo metió en la boca y continuó masticándolo, comiéndolo con entusiasmo.

Mu Zhan miró de reojo para mirarlo. Dijo lentamente: "Exactamente como un conejo".

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