La Concubina Favorita Del Emperador Es Un O

Capitulo 38.1: Buscando a alguien

Mu Zhan dormía fatal. Después de quedarse dormido, fácilmente soñó con lo que había sucedido anteriormente. Después de haber tenido una experiencia difícil en el pasado, ahora que finalmente estaba sentado en el lugar más distinguido, había mejorado ligeramente. Sin embargo, rutinariamente repetía esos eventos pasados ​​en su sueño, como si se autoflagelara, incapaz de verse a sí mismo sanando.

Debido a sueños tan persistentes, incluso cuando se despierta del sueño, no descansa lo suficiente y permanece mentalmente cansado. A largo plazo, personas como él tienden a impacientarse cuando se enfrentan a arduas tareas gubernamentales.

Más tarde, sin embargo, con la aparición de Wen Mingyu, el sueño cambió.

Esos pasajes sombríos de repente se vieron poblados por alguien que se suponía que no debía estar presente. Que alguien invadió bárbaramente, agitando los sueños perpetuamente recurrentes y perpetuos y convirtiendo el mundo onírico en un revoltijo deforme.

Mu Zhan se encontró con ese rostro, que le resultaba muy familiar en sus pesadillas a intervalos cortos, con ojos y cejas curvados, como una luna abierta y animada, y una alegría excesivamente radiante.

"¡Su Majestad! ¡Su Majestad! "

—Gritarle a cada oportunidad, era terriblemente ensordecedor.

Y, sin embargo, fue inesperado ver cierta resiliencia en primer plano, dada su irritación inicial.

Al escuchar ese melodioso toque de clarín, se giró y miró hacia arriba, casi como una reacción condicionada, mientras su cuerpo respondía antes de que su cerebro pudiera contribuir.

Había momentos en los que no había nadie, le parecía escuchar voces, como si estuviera hechizado.

También había comenzado a sintonizarse con el hecho de que sus sueños siempre implicarían la llegada de Wen Mingyu.

En una ocasión, cuando Wei Yingwu había llevado sus conejos al palacio, Wen Mingyu le preguntó si deseaba quedarse con uno. No mostró interés, pero cuando le preguntaron eso, miró fijamente a Wen Mingyu y de repente se imaginó una oreja de conejo encima de su cabeza. Razonó para sí mismo que si tal conejo existiera, entonces sería razonable quedarse con uno.

Esa noche, pensó que habitualmente encontraría a Wen Mingyu en su sueño, pero resultó ser lo mismo de siempre. No pudo evitar extender una mano para acariciar la parte superior de la cabeza de Wen Mingyu. No estaba hinchado. Una punzada de pérdida recorrió su corazón.

Entonces, durante un tiempo, el asunto cayó en la oscuridad.

Sorprendentemente, tuvo un sueño al respecto en el Palacio Xing.

Sus párpados, después de un período de actividad, estaban tan pesados ​​que se recostó en el amplio sofá cama adyacente, con la intención de levantarse después de una breve siesta; en cambio, soñó.

Dormía con la mente nublada, semidormido, suponiendo que todo era un sueño.

Como resultado, fue mucho más espontáneo y desenfrenado que la rutina.

Cuando notó a Wen Mingyu sentado con sus nalgas en el suelo, levantó al joven, solo para rozar su cola esponjosa y presenciar las orejas de conejo adicionales crecidas sobre su cabeza, no erguidas sino cayendo ligeramente, en sintonía consigo mismo. suave y atractivo.