La Concubina Favorita Del Emperador Es Un O

Capitulo 57.2: Amoroso

Así, Wen Mingyu caminó detrás de Mu Zhan y le apretó los hombros. Aunque no era tan hábil como un profesional, aun así lo hizo decentemente. Después de todo, había ayudado al director a aplicar presión en sus hombros antes, tenía cierta experiencia en saber dónde presionar para aliviar más los músculos adoloridos y se sentiría mucho más cómodo después.

Después de apretar durante mucho tiempo, Mu Zhan dijo bien, le tomó la mano y presionó al hombre para que se sentara en sus brazos nuevamente. Se pellizcó suavemente los dedos y preguntó: "¿Cansado?"

Wen Mingyu estaba un poco divertido. Fue solo un apretón en el hombro, qué cansado podía llegar a estar.

Wen Mingyu, sin embargo, todavía frunció los labios. Contuvo una risita y deliberadamente dijo: "Cansado".

Entonces Mu Zhan realmente le pellizcó la mano y la frotó lentamente.

Wen Mingyu finalmente no pudo evitarlo y se echó a reír, con los hombros temblando.

“Estamos siendo tontos aquí, haciendo esto de un lado a otro; Nunca terminará, jajaja”.

Cuando lo vio reír e inclinar torcidamente su cuerpo, que estaba a punto de estrellarse hacia un lado, Mu Zhan extendió la mano y lo sostuvo por la parte posterior de su cintura, presionó con fuerza y ​​luego lo empujó hacia sus brazos.

El semblante de Mu Zhan se mantuvo sin cambios, solo sus ojos mirando a Wen Mingyu tenían más ternura.

Después de pasar un tiempo apretándose las manos, fueron a tomar una siesta y descansaron juntos.

Wen Mingyu en realidad no estaba cansado. Iba a acompañar a Mu Zhan a la cama por un tiempo. Con hábiles maniobras, se deslizó hacia los brazos de Mu Zhan, miró hacia arriba y dijo: "Tengo una pregunta para ti".

Mu Zhan: "Pregunta".

Wen Mingyu parpadeó. "¿Hay algo que quieras?"

Al estar juntos, todo lo que quería era estar con Mu Zhan constantemente y verlo feliz. No mucho después de cruzar aquí, se enteró de la infancia de Mu Zhan y el miedo de su corazón se mezcló con una pizca de simpatía. Su único pensamiento era abandonar el palacio en ese momento, pero luego cambió de opinión. Mientras pensaba en el pasado de Mu Zhan, se llenó de dolor y angustia, deseando pasar a los primeros años para abrazar al pequeño Mu Zhan en sus brazos y evitar que experimentara ni un poquito de soledad o tristeza.

Mu Zhan se quedó paralizado cuando escuchó esto. Porque nadie le preguntaría eso. Siempre había estado haciendo exactamente lo que debía y lo que no debía hacer. Sus pensamientos y preferencias eran todos irrelevantes y a nadie le importaría.

Si alguien más hubiera preguntado, no le habría conmovido tanto el corazón.

Pero este era Wen Mingyu.

Los ojos negros y húmedos se encontraron con los suyos con una inconfundible brusquedad. La mera idea de que Wen Mingyu quisiera que él fuera feliz sin tener que hacer nada ya lo hacía regocijarse.

Mu Zhan no pudo controlar la curvatura de su boca hacia arriba, no podía ocultarla en absoluto.

Con una sonrisa, reflexionó: "Quiero casarme".