CAPÍTULO 14 VISITA

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Fernando salió furioso de la casa de sus abuelos, su vida se estaba cayendo a pedazo y nadie lo comprendía. Ni siquiera ellos, que en otro tiempo los habían acogido, protegido y tratado con amor, al menos en un inicio. Ahora parecían querer deshacerse de ellos, ya no eran los nietos desamparados de aquellos tiempos, ahora podían valerse por sí mismos. Esas eran sus palabras constantes.

_ Necesito dinero. - les había dicho una vez más. _ No pueden negármelo, tengo derecho a la herencia de mi madre.

_ Herencia que hace años se acabó. - intervino su abuelo. _ ya se los dijimos hasta el cansancio.

_ No lo creo. - se enfrentó a ellos. ¿porque a Lily no la limitan? ¿por qué a mi sí? ¿Porqué solo yo tengo que pasar por esto?

_ Lily está estudiando y mientras podamos le ayudaremos, tu hermano ya es independiente y bien o mal se hace cargo de su vida ¿y tú?, tú no tienes idea de que hacer, no estudias, no trabajas, te has convertido en un simple vago que solo quiere vivir de nosotros, y no, ya no podemos tolerarlo.

_ Yo sé que esa herencia aún existe. - los miró con resentimiento y si es necesario acudiré a la instancia que sea necesaria para recuperar lo que es mío. - salió dando un portazo.

En algo tenían razón, no sabía que hacer con su vida, tenía veintitantos años, había empezado tres carreras y las tres las había dejado inconclusas, porque nada lo llenaba, hacia unos meses había dejado la tercera y sus abuelos se acababan de dar cuenta apenas unas semanas atrás y estaban muy molestos con él, fue por eso que le cortaron toda ayuda económica, solo le daban una miseria a la semana y por supuesto no podía hacer nada con eso, incluso sus amigos lo empezaban a notar y los veía inquietos, no entendía por qué, ¿a ellos que les importaba si sus abuelos le daban o no?, quizás porque se empezaba a alejar un poco de ellos. A él no le importaba, la realidad era que no eran sus amigos, menos aquellos que acababa de conocer, aun cuando Salvador los hubiese llevado, sobre todo Iván y su grupo, la verdad era que con Salvador estaba bien.

Desde que se había enfrentado a su padre, esta última vez, no encontraba su lugar, le había afectado demasiado el verlo después de tantos años, le seguía pesando su abandono, y más le dolía que tuviera otra mujer, que el cariño que tanto anhelaba de él, se lo diera sin reserva a alguien más. Sabía que él mismo lo había rechazado, pero quizá muy dentro de sí, siempre esperó, que los buscara y que quisiera una reconciliación, aunque tenía que admitir que, aunque lo hubiese intentado, él no hubiera cedido, pero le hubiera gustado que al menos lo intentara más, que hubiese sido más persistente, eso le diría que al menos, era sincero cuando decía que los quería.

Ahora ya nada importaba, no lo quería ver de vuelta, tampoco Braulio, al igual que él, estaba sumamente molesto por lo que había hecho, él se lo había contado y tampoco aceptaría a esa mujer.

Todas las mujeres eran iguales, no se podía confiar en ellas, no pudo evitar que un rostro dulce y amable se colara en sus pensamientos, pero todo en ella era mentira, pura apariencia, no podía flaquear, ella no valía la pena, se obligó a no pensar en Andrea su ex novia, mejor buscaría a su amigo.

Permanecía afuera de su casa, tenía el teléfono en sus manos, empezaba a marcar el celular de Salvador, cuando un auto se detuvo frente a él, era uno de los chicos nuevos con los que se juntaba su amigo.

_ ¡Sube! - gritó desde dentro. _ Salvador te está buscando, te llevo con él.

No lo dudó dos veces, subió y el auto arrancó.

*****
Julia llegó a la casa de Bruno, no se veía movimiento, las cortinas permanecían cerradas, pero ya no podía hacer nada, si no había gente, tendría que regresar después, aun así llamó a la puerta.

Estaba a punto de retirarse, cuando apareció la mujer que acompañaba a Lily en aquella ocasión.

_ Buenas tardes. - saludó. _ No sé si me recuerda... - empezó a decir con nerviosismo.

_ Claro qué la recuerdo. - dijo la mujer con amabilidad. _ pero pase. Lily está estudiando, le avisaré de su llegada.

Ella miró hacía la calle, el auto de alquiler esperaba y junto a él, el hombre que la había acompañado.

_ Despediré el auto. _ dijo el hombre, cuando se desocupe, pediremos otro. Yo la espero aquí afuera.

Ella asintió, no sabía cuánto tardaría, aunque no podía tardar mucho. Expondría su asunto y esperaba que la chica fuera comprensiva y le permitiera recuperar sus papeles.

_ También puede pasar. - dijo la mujer mayor al hombre, una vez que el auto se marchó.

_ Prefiero esperar aquí. - dijo agradeciendo su amabilidad.

_ Trataré de salir rápido. - dijo Julia y entró.

Una vez adentro, Lily salió de su recamara.

_ Mi nombre es Lily. - se presentó y ella es mi tía Rosa, es hermana de mi abuela, lamento que el otro día no nos hayamos podido presentar debidamente, y me disculpo por la actuación de mi hermano.

_ Me dio mucho gusto conocerlas. - dijo. _ y no tienen por qué disculparse, ustedes no son responsables por lo que él haga.

_ Mi hermano siempre ha vivido resentido por la vida que mi padre ha llevado y lo culpa de todas nuestras desgracias, pero lo único que yo recuerdo de él, son cosas buenas, y sé que, aunque Fernando y Braulio digan lo contrario, mi padre nos amó a todos y todo lo que hizo lo hizo por nuestro bien, mi madre nos lo repetía constantemente y yo siempre le creí.

_ Yo tengo poco tiempo de conocerlo y sé que es un gran ser humano, y que los quiere y sufre por ustedes.

_ Disculpe que se lo pregunte. - dijo con voz apenada. _ ¿son pareja?

_ Hace apenas unas semanas que nos conocemos. - no pudo evitar ruborizarse. _ hemos pasado estos últimos días juntos y no, no somos pareja, sin embargo, he llegado a sentir algo más que amistad por él, porque es un hombre admirable, y creo que él, también siente algo por mí. Pero si esto es motivo para que ustedes se alejen más de él. - aclaró con rapidez. _ yo me hago a un lado. No necesita más problemas, merece tener paz

_ Por supuesto que no. - se apresuró a decir. _ Si usted lo hace feliz, yo estaré encantada. _ en cuanto a mis hermanos, no hay mucho que hacer, ellos sé que no lo aceptarán, pero no lo aceptarán este usted o no, así que por ellos no se detengan. Siento que usted es una buena mujer y me daría mucho gusto que por fin él pueda ser feliz.

_ Gracias. - dijo Julia conmovida.

_ Yo sé que es un buen hombre. - intervino Rosa. _ nunca entendí porque mi hermana y mi cuñado nunca lo quisieron, él hizo muy feliz a Graciela, aun cuando ellos siempre dijeron lo contrario, mi sobrina lo amaba y fue muy dichosa a su lado.

_ Es cierto, todos los recuerdos que tengo de él y nosotros juntos, son felices. - dijo Lily con añoranza. _ tampoco entendí porque ese odio de mis abuelos hacia él, ni porqué siempre nos hablaron mal de nuestro padre, incluso nos prohibieron siquiera mencionarlo. Por eso me sorprendió cuando no se opusieron a que yo viniera a estudiar aquí, y sobre todo que me quedara en esta casa que es de mi padre. La única condición que pusieron, fue que me tía me acompañara y ahora me alegra tanto que así haya sido, porque de no hacerlo, no hubiese tenido la oportunidad de ver a mi padre, y de conocerla a usted.

_ Sé que él estará feliz de reanudar su relación contigo. - la miró con ternura sosteniendo su mano. _ Claro, si tú se lo permites.

_ Es mi mayor anhelo. - dijo emocionada. _ ya no hay nadie que me lo prohíba o me lo impida. Siempre será bienvenido y usted también.

_ Gracias. - se dieron un conmovedor abrazo.

Apenas se habían separado y Julia iba a presentar el motivo de su visita, cuando se escucharon varias detonaciones de armas de fuego.

Las tres mujeres se miraron sorprendidas.

_ Qué extraño. - dijo Lily. _ el lugar siempre ha sido muy tranquilo, los vecinos son... - no terminó de hablar, cuando la puerta se abrió de golpe, causando un gran estruendo.

ROMPIENDO MIS CADENAS/ No.1️⃣5️⃣ Serie: HOMBRES DE LA SIERRA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora