CAPÍTULO 44 CARTAS

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Bruno miró a través de la ventana, afuera el movimiento era incesante, no estaba nervioso, tampoco tenía miedo, era el rancho de su jefe, más que su jefe, su hermano, Santiago Morán, y como cada vez que los demás jefes se reunían, el lugar estaba blindado, solo que ahora a él le tocaba estar del otro lado, no coordinando todo aquel cerco de seguridad, porque esta reunión se debía a él, ahora él era el centro de todo este alboroto, ¿y cómo no? Era el día de su boda, faltaban solo unos minutos, no estaba acostumbrado a ir por ahí de traje y corbata, pero por ella lo haría. Estaba ansioso por convertirla en su esposa, por hacerla suya, por enseñarle cuanto amor era capaz de darle, sin esperar nada a cambio, sabía que ella tenía temor, le había confesado que el único hombre en su vida había sido su esposo muerto y después de él no había habido nadie, era lógico que tuviera miedo de no cumplir con sus expectativas, sin embargo, a él, esto solo le producía un sentimiento sobreprotector, la amaría, le enseñaría, la protegería, sería paciente todo lo que fuera necesario. Ahora estaba en sus manos, no para imponerse sobre ella, si no para guiarla, para amarla y para enseñarla a volar de nuevo, rompiendo esas cadenas que la habían mantenido atada por tantos años sumida en el miedo y la oscuridad.

Eso tenía que quedar atrás y sucedería hoy, cuando ella le diera el sí acepto y él se lo diera a ella.

El día había resultado ser por demás emotivo, desde la mañana, cuando él con Julia y sus hijos, antes de que los invitados empezaran a llegar, se habían reunido.

_ Mi tía Rosa quiere darnos algo, pero quiere que estemos todos juntos. - había tomado la palabra Lily, que ya Lucía hermosa, aún sin su vestido de gala.

_ Es algo que encontré sin proponérmelo en la casa de mi hermana. - dijo con nerviosismo, quería entregárselas a los tres juntos. - mostró unas cartas a sus sobrinos. _ pero ahora que han hecho las paces con su padre quiero que él también esté presente, porque es algo que mi sobrina dejó para ustedes, no sé qué dicen, pero debe de ser tan importante como para que mi hermana las haya ocultado de ustedes, sé que no están dirigidas a su padre, pero quise que estuviera presente para que sea testigo de que las recibieron.

_ Gracias. - dijo Bruno conmovido por la gentileza de esa mujer, tan tremendamente distinta a su hermana. _ chicos, yo los dejó para que las lean.

_ Yo también. - lo apoyó Julia.

_ Quédense. - Fernando fue el primero en pedirlo, luego siguió Braulio y por último Lily. _ Tú también. - pidieron a su tía que ya se disponía a salir.

_ Es algo muy personal, prefiero que las lean sin mí, si después desean contarme, lo harán.

_ Voy contigo. - se tomo de su brazo Julia.

_ Si así lo desean está bien. - aceptó Fernando.

_ Pero tú sí quédate tía. - pidió Lily tomándose del brazo de Rosa. _ ¡por favor! - suplicó.

Ella asintió.

Fue Lily quien tomó las cartas y abrió el sobre con la fecha mas antigua.

Para mis hijos: Fernando, Braulio y Lily.
Mis pequeños, lamento tanto haberlos dejado, sobre todo ahora que aún me necesitan, pero no he podido superar lo que vi y viví aquel día en que murió su hermano, quizás soy cobarde, pero no está en mí, lo intenté, lo juro, pero no pude y ya no puedo luchar más, prefiero la muerte, y no me mal interpreten, no es un suicidio, ni me estoy dejando morir, simplemente no puedo luchar más y estoy dejando que el destino siga su curso, no dejo mi medicamento, pero ya no lucho. Me voy cuando me tenga que ir, y no quiero que culpen a su padre, ustedes no saben, él no es malo, el no buscó esa vida. Lo hizo por ustedes, por mí, porque de no obedecer a esa gente y no trabajar para ellos, no hubiese sido él quien perdiera la vida, hubiésemos sido todos nosotros, su familia, nos protegió de caer en manos de esos desalmados y luchó con toda su alma, para que lo que él era no nos alcanzara, sacrificó su vida, pero desgraciadamente su sacrificio no fue suficiente y su hermano pagó por ello.

Aun así, se levantó una vez más, sacando fuerzas de donde no las tenía y veló una vez más por nosotros. Por favor no lo dejen, ustedes se tienen a ustedes mismos, tienen a sus abuelos, él solo los tiene a ustedes. Ámenlo, cuiden de él, no lo dejen solo. Siempre fue un hombre excepcional y lo seguirá siendo, estoy segura. Es el mejor esposo, el mejor padre, el mejor amigo. Valórenlo, no lo decepcionen, ni lo lastimen, como sé que yo lo he hecho con mi partida. Yo di todo lo que pude darles, ahora solo me queda decirles cuanto los amo y como lamento dejarlos, pero lo tienen a él, aprovéchenlo, no es eterno.

Cuando Lily terminó, todos estaban llorando, fue incapaz de leer la segunda carta, entonces la tomó Braulio y empezó a leer con voz entrecortada:

Para mis queridos hijos:
Hijos míos, de nuevo les escribo una carta, porque sé que pronto no estaré a su lado y lo lamento tanto, me hubiera gustado tanto verlos crecer, superarse, triunfar en la vida, no va a ser posible, mi final está llegando y no quiero irme sabiendo que su padre está lejos, él es un gran hombre, lo amé desde el primer momento en el que lo vi y jamás me arrepentí de haberlo dejado todo por él, porque él me ama como no tienen una idea, sé que creen que no, pero nos ama con locura, tanto que por mi bien y el de ustedes, fue que permaneció tanto tiempo a las órdenes de ese grupo criminal, de no haberlo hecho, nosotros estaríamos muertos, él pudo escapar, marcharse y dejarnos, pero no lo hizo, para protegernos, al final no logró salvar a su hermano, pero no fue su culpa, de verdad que lo intentó, así como no fue su culpa pertenecer al grupo al que ahora pertenece, en realidad ellos lo ayudaron y gracias a ellos es que nosotros podemos estar bien, no son gente mala, me he dado cuenta de que mis padres han dicho cosas terribles de ellos y de su padre, es por eso que les escribo esta segunda carta, no es como ellos dicen, nunca lo han aceptado, ni lo harán, eso lo sé ahora.

Quiero pedirles perdón, porque fui egoísta, me equivoqué al permitir que mis padres tomarán el control de mi vida de nuevo y por consiguiente de la de ustedes, por un momento pensé que estarían mejor con ellos, que tendrían estabilidad y sobre todo que estarían a salvo, pero veo que no son felices y que necesitan a su padre, yo tuve la culpa de que creyeran que nos había abandonado, solo quería que se alejara un tiempo mientras ustedes se calmaban, pero nunca pensé que mis padres los envenenarían en su contra y que su relación empeoraría en lugar de mejorar. Fui yo quien le pidió, le suplicó que se fuera, lo hizo en contra de su voluntad, porque sabía que eran mis últimos días y quería que estuviera tranquila, pero se fue destrozado, yo solo espero que cuando lean esta carta, entiendan sus razones y no peleen más, él los ama como ningún padre es capaz de amar, tanto, que aceptó alejarse por amor, que daría su vida por ustedes si fuera necesario. Es un hombre fuerte, leal, amoroso, y fiel, sé que me quiere, y que no hay ninguna otra mujer en su vida, ni la ha habido, pero cuando yo no esté, espero que eso cambie y que ustedes no se opongan, merece la felicidad como cada uno de nosotros y él se lo merece.

No olviden que donde quiera que esté los seguiré amando, y espero que le den a su padre ese amor que yo ya no podré darle, y les pido perdón, no fue mi intención lastimarlos y a él tampoco.

Los amo, como no tienen idea.

ROMPIENDO MIS CADENAS/ No.1️⃣5️⃣ Serie: HOMBRES DE LA SIERRA Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz