CAPITULO 16 AYÚDANOS

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Bruno había estado poniéndose al día de todos los pendientes que había dejado descuidados cuando acudió al llamado de Santiago, para rescatar a Julia, ahora la tenía a buen resguardo, sus hombres cuidaban de ella, aunque no se lo había informado, para no ponerla nerviosa, después de todo ni siquiera los notaría, a menos de que quisiera salir del hotel, pero nunca lo hacía, así que no tenia de que preocuparse por ella. En esos momentos sus preocupaciones eran otras.

Hacía meses atrás, su gente le había informado que Fernando empezaba a frecuentar a gente peligrosa. Por supuesto no podía dejarlo pasar. Su primera instancia fue hablar con sus abuelos, sabía que si iba directamente con su hijo el no aceptaría nada que proviniera de él y lo rechazaría como había sucedido en las contadas ocasiones en las que quiso acercarse.

_ No te atrevas a acercarte a los chicos, ellos ya no tienen padre. - le había gritado Alejandro.

_ No lo haré. - trato de actuar civilizadamente. _ por eso estoy hablando con ustedes.

_ Pues no sé quién te lo dijo. - hablo Magdalena. _ pero Fernando y los demás están bien, los tres lo están y quién te haya informado, lo hizo muy mal, ¿qué vas a saber tú, si nunca has estado? - arremetió contra él. Fernando y Lucy están estudiando y Braulio se hace cargo de su vida, ya terminó sus estudios y ahora trabaja, ninguno necesita de ti, menos tus falsas preocupaciones.

_ Sé que no son falsas, y si ustedes no intervienen lo haré yo. - amenazó.

_ Nosotros nos encargaremos. - aceptaron en esa ocasión. Y parecía que lo habían cumplido, no supo que hablaron con él, pero se alejó por algún tiempo de sus amigos, al único que siguió frecuentando fue a su amigo Salvador.

Todo parecía ir bien, aunque le seguía preocupando Fernando, pero a raíz de su último encuentro y de su relación con Julia, había optado por tomar una de las decisiones más importantes, relevantes y dolorosas de su vida, aunque no fue la única, la primera fue el dejarlos y esta era de nuevo lo mismo, ya era tiempo de soltarlos, los tres eran adultos, mal qué bien tenían su vida hecha y él no podía intervenir más, siempre había estado tras bambalinas detrás de ellos, hasta en los más mínimos detalles y todo a través de su gente alrededor de ellos, en especial, Sam Bremer, uno de sus abogados, a quien desde el principio había hecho pasar como abogado de su esposa y de quien sus suegros no desconfiarían.

Así que, hacía unas semanas atrás, había dado la orden de retirar toda vigilancia a sus hijos, ellos podían ser libres y él también, era tiempo de soltarlos, y empezar una vida nueva. De ser posible iniciaría un acercamiento con Lily ahora que estaba lejos de sus abuelos y de sus hermanos, sabía que la tía Rosa no se opondría, ella a diferencia de su hermana y su esposo lo había tratado bien y con respeto.

Sin embargo, esa decisión de retirar la vigilancia, le estaba saliendo demasiado cara, hacía unas horas, había recibido una extraña llamada de sus suegros.

_ ¿Qué sucede? - había contestado con rapidez al ver que era el teléfono de Alejandro, de no ser porque se tratara de alguna emergencia, ellos jamás le llamarían, de eso estaba seguro.

_ No deberíamos de llamarte. - fue lo primero que dijo. _ pero no sabemos que más hacer, hace dos días que Fernando no viene a casa, el nunca pasa la noche fuera, le marcamos y no nos contesta.

_ ¿Sucedió algo? ¿algo que lo molestara y que hiciera que se marchara?

_ Tiene días molesto con nosotros porque descubrimos que dejó la universidad y dejamos de darle dinero. - habló Magdalena, que estaba en altavoz.

_ Aun así. - intervino Alejandro. _ él no se iría de la casa, no tiene a donde ir.

_ ¿Algún amigo? - interrogó, aunque sabía la respuesta, su único amigo era Salvador, pero no podía decirles que lo sabía.

_ Salvador es el único que le conocemos y ya lo contactamos, dijo no haberlo visto ni hablado con él, también nos está ayudando a buscarlo.

_ ¿Es todo lo que sucedió? ¿no han notado algo más?

_ ¡No! - se escuchó la voz de ella desesperada. _ por favor has, algo, usa tus influencias.

De no haber estado tan preocupado como ellos, ese comentario le hubiera dado risa, ¿que usara sus influencias? Toda la vida, habían menospreciado su estilo de vida, a sus amigos, siempre decían que era un don nadie, que su hija no lo merecía y que lo que él tenía, lo tenía por ella, siempre fue un muerto de hambre, según sus propias palabras, sin embargo, ¿ahora él podía hacer lo que ellos no habían podido? ¿acaso estaban aceptando, que él tenía más poder que ellos mismos? Era de no creerse.

_ Falta algo. - la voz de Alejandro lo volvió en sí. _ después de que se fue, recibimos una llamada, dijo que quería la herencia de su madre.

_ ¡Alejandro! - escuchó la voz de reproche de su esposa.

_ Si queremos recuperar a nuestro nieto, tiene que saberlo. - escuchó la voz de él, aunque intentaron silenciar el micrófono, no lo habían hecho y podía escuchar su conversación.

_ El que sepa eso no tiene nada que ver para que lo encuentre.

_ Tiene que ver todo. - insistió él.

_ ¿Me pueden explicar qué sucede? - los interrumpió, aunque desde el primer comentario, dedujo de que se trataba y la rabia lo invadió, su interés no era precisamente el amor que le tenían a su nieto, sino el terror a perder la mencionada herencia, pero no era momento para reproches, después de todo ya suponía algo así.

_ Los chicos creen que el dinero que tu depositas cada mes, proviene de una herencia que su madre les dejó. - dijo Alejandro y Fernando ha estado insistiendo en que le demos su parte. Cuando se comunicó con nosotros, nos exigió preparar los papeles porque iba a venir por su parte.

_ Si ya se comunicó con ustedes, y ya saben que es lo que quiere, saben que regresará, entonces ¿por qué están preocupados?

_ No lo entiendes. - dijo con desesperación. Por muy enojado que esté, jamás se iría de la casa, al menos no, si no tiene a donde ir, lo de recuperar su herencia sería más sencillo, si estuviera aquí, no alejándose y desapareciendo, y lo más importante, no apagaría su celular, si se supone que espera noticias nuestras. No son cosas que él haría.

Bruno sabía que era verdad, el mismo sabía que algo más sucedía y no había perdido tiempo.

_ De acuerdo lo buscaré, si saben algo, háganmelo saber de inmediato, lo que sea, no importa, yo haré lo mismo. - había colgado sin darles tiempo de decir más. No quería aguantar ninguna grosería de su parte, no sabía si le irían a dar las gracias antes de terminar la llamada o no, pero no le importaba, ya no le importaba nada que proviniera de ellos.

Después de esa llamada y luego de enterarse de la desaparición de Braulio y Lily, su mundo se había puesto de cabeza.

Las siguientes horas las Había pasado intentando dar con sus hijos, durante todo el día y toda la noche había estado en ello.

ROMPIENDO MIS CADENAS/ No.1️⃣5️⃣ Serie: HOMBRES DE LA SIERRA Where stories live. Discover now