"El Elemento Perdido #1: Fuego" ⚠️Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

"CAPITULO 1"

Ese ruido, ese ruido. Genial, la alarma ya estaba sonando y yo quería silencio. 

—Cinco minutos más, ¡por favor!

Maldita sea. ¿Acaso ni el sábado podía dormir en calma y tranquilidad? Puse la almohada sobre mi cabeza esperando no escuchar más o morir asfixiada y sinceramente me inclinaba más por la segunda opción. Sólo por hoy. Cuando por fin dejó de sonar, una sonrisa se extendió por mi rostro. Genial. 

"¡Soy yo!"

—¿Ahora qué?

Mi celular solamente sonaba así cuando se trataba de una persona terrible y adorable a la vez. Saqué la cabeza de debajo de la almohada y las sábanas para poder responder la llamada.

—Despierta holgazana, paso por ti y Dëni en diez minutos, así que es mejor que tu trasero ya esté fuera de la cama. Adiós. 

La voz de Lena era autoritaria y... ¡maldita sea!

Colgué sin prestar atención a nada más y casi salté fuera de la cama de inmediato. Me era imposible creer que hubiera olvidado los planes de ese día cuando yo misma los había organizado desde hacia semanas. Con los ojos aún casi cerrados, busqué la maleta que había guardado en mi closet la noche anterior, revisé todo lo que había dentro. Bueno al menos eso estaba listo.

Alguien tocó mi puerta y antes de que contestara, Dëni entró con una gran sonrisa en el rostro, como siempre, ella ya estaba lista. 

—Buenos días, Raven —dijo con voz casi cantora. 

Sin importarme que ella estuviera ahí, comencé a quitarme la pijama y me puse el traje de baño.

—Creí que ya estabas lista para irnos.

—Pues ya ves que no, pero lo estaré en un minuto.

Dëni tomó unas cuantas cosas que faltaban por guardar y comenzó a meterlas en mi mochila.

—Gracias, —dije  con una sonrisa—no sé qué haría sin ti.

—No te preocupes —me guiñó el ojo y siguió empacando—, mejor apresúrate o llegará la suma inquisidora. 

Realmente Lena podía ser más que eso en muchas ocasiones, y no tenía ganas de oír ninguno de sus típicos y estúpidos regaños. Decidí llevar solo unos shorts rasgados y la camisa del equipo de fútbol de la escuela. Sería más fácil cambiarme en el lago. No quería que nadie me viera desnuda. Me examiné en el espejo y era un total desastre. Mi cabello estaba fuera de control. Sería una odisea desenredarlo así que tomé la primera liga que vi en el tocador e hice una coleta alta. 

Bien. No me veía tan fachosa. Claro a diferencia de Dëni, podía olvidarlo. Ella siempre estaba perfecta, aunque yo también podía serlo sí me lo proponía, pero no en esta ocasión. En cambio, ella era algo vanidosa. Llevaba puesto un hermoso vestido blanco con flores azules y sandalias a juego, su cabello castaño perfectamente liso y brillante, adornado con una diadema azul, todo lograba resaltar su belleza.

—Bueno, creo que estoy lista.

Me examinó por un momento y me dedicó una tierna sonrisa. Gracias hermana.

—Ay, al diablo, de todas maneras mi idea es estar en el lago todo el día si es posible. 

Vaya, me quedaban cinco minutos todavía, aunque conociendo a la bruja de Lena estaría aquí... el motor de su auto resonó. ¡Bingo!

—Es hora de irnos

Tomé mi mochila y mis lentes de sol. Lista para la fiesta. Bajamos las escaleras y Lena ya estaba en la puerta. ¿Acaso sólo yo me veía mal hoy? Ella tenía puesto un simple oberol negro, un top y sandalias rojas, sonreía como siempre. Papá, Janine y las gemelas ya estaban comiendo. Al vernos, él se levantó de la mesa y fue hacia nosotras.