"CAPITULO 28"

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Sentía que la cabeza me iba a explotar, tenia el labio muy hinchado y no estaba segura de a dónde ir. La señorita Emily fue muy insistente para que me quedara hasta que pudiera llamar a la policía pero me alejé antes de que empeorara todo. Y aún así, estaba segura de que sí habían llamado.

Me senté en el frío suelo. Estaba húmedo. Tenía que pensar, pensar. Si quería largarme de aqui, debía ir a casa, y ya no podía involucrar a mi familia. Aún seguía escuchando la voz de Daniel, no se merecía esto pero no era una sorpresa; yo siempre lo decepcioné, cada acción que realicé en estos casi diez años, sólo afectaba la armonía que Daniel quería. Su esposa lo había dejado con su hija pequeña, los problemas con las drogas en los que me había metido por casi seis meses y la muerte de Dëni, aunque él no me culpara de eso después de todo. Era mi culpa. Sólo mia.

Y ahora era el momento de cobrarme esto. Sí esos idiotas trataban de pasarse de la raya, les iría muy mal. Claro que no sabía cómo rayos enfrentarme a ellos, había pasado mucho tiempo.

—¡Vicky, ¿dónde estas?!

Esa voz resono en todo el lugar. Rayos.
Me levanté rápidamente y di un vistazo a todo el bosque, los grandes árboles bloqueaban la luz del sol. No tenía ni idea de qué hora era. Tal vez casi medio día.

—¡Vamos, sé que estás por ahí! —Lena sonaba como si estuviera jugando con una niña pequeña.

No sabía en dónde meterme, ella iba a encontrarme. Caminé más pero sabía que era algo estúpido. Esta parte del bosque era más poblada, más árboles, menos personas, menos posibilidad de encontrar una salida.

—¡Siempre te ha encantado jugar a las escondidas mocosa —Lena rió—, ¡pero yo soy mejor!

La cabeza me dolía más y no era por el golpe. Era porque una parte de mí estaba tratando de recordar algo que fuera importante, pero si esto era verdad, había pasado demasiado tiempo.

De repente, unas manos me rodearon el cuello y en un santiamén estaba tirada en el suelo. Maldición.

—¡Aquí estás! —Cedric me levantó pero no se apartó de mí.

—¡Suéltame imbecil! —le grité.

Traté de zafarme pero era inútil, el maldito me sujetaba con mucha fuerza.

—Te conviene venir conmigo —Cedric me susurró al oído—, ella sólo quiere matarte, y lo hará sin pensarlo dos veces.

—¿Y tú? —pregunté con dificultad—, no creo que tengas mejores intenciones.

—Yo sólo quiero ser el héroe —rió en voz baja—, y así será.

—Lo dudo mucho, no eres tan listo.

Nos dimos la vuelta y Lena nos observaba recargada de un árbol. Ya no traía el vendaje del hospital ni siquiera la misma ropa. Vestía de negro de los pies a la cabeza y en un momento Anthony apareció a su lado, él me miró un tanto, no sé, ¿preocupado?

—Ustedes y su maldita costumbre de joder mis planes —Lena miró con furia a Cedric—, no aprenden a no meterse en los asuntos de los mayores.

Ella y Anthony avanzaron hacia nosotros pero Cedric retrocedió mientras me apretaba más el cuello.

—Tú fuiste la que provocó esto Lena —le dijo Cedric—, y traes al inútil contigo.

Anthony entrecerró los ojos, y miró con furia a mi captor.

—Dejémonos de estupideces, pequeño idiota —Lena sacó algo más delgado que un cuchillo y lo giró entre sus dedos.

Un sudor frio recorrió mi espalda. Si ella se lo proponía, ese cuchillo acabaría en mi garganta.

—Déjala Cedric, no hagas lo mismo que ella.

Robert apareció como por arte de magia y con un ¿arco?, ¿en serio?, moriría por estos imbéciles, estaba segura al cien porciento.

—Oh, y ha llegado mi querido hermanito para joder todo aún más —Cedric me empujó y caí al suelo.

Tosí frenéticamente, me faltaba el aire y el cuello me dolía. Me arrastré hacia el árbol más cercano y me quedé ahí sentada sin saber qué hacer. Un movimiento en falso y sería mi fin.
Robert no dejaba de apuntarle a Lena pero Anthony estaba a su lado, listo para detener cualquier ataque hacia su hermana.

—No quiero pelear —Robert dijo en voz calmada—, sólo me llevaré a Alexia y dejáramos esto en paz.

Lena soltó una fuerte carcajada.

—No dejaré que eso pase, ya he tenido muchísimos problemas por ustedes, no pasará de nuevo. Alexia vendrá conmigo y con Tony.

—¿Dónde está Peter? —preguntó Anthony.

Ninguno dijo nada, poco a poco escuché como un chasquido. El árbol que estaba detrás de Cedric y Robert comenzó a caerse.

—¡Cuidado! —grité.

Levanté mis manos y las llamas salieron de repente. Todos se apartaron de inmediato y me miraron aterrados. Y hasta yo misma lo estaba. Miré mis manos y las llevé tras mi espalda. El fuego comenzó a expandirse por los demás árboles. Tenía que salir de ahí rápido.

—¡Acabemos con esto! —grito Cedric—,  ¡Eleanor, no sé sí te preocuparía tanto, si supieras que Alexia arruinó tu vida y la tuya! —señaló a Robert.

No, no, no, no.

—¿De qué diablos hablas? —Lena pasó entre las llamas sin ninguna dificultad.

—Sí —Cedric me miró—, me sorprende tu preocupación hacia ella, todos estos años. Hacia la persona que los delató en el prado aquel día.

Lena dirigió su mirada hacía mi como un rayo. Oh no.

—¡Mientes! —le grité.

—No, no lo hago —Cedric se burló—, ella fue, ella era la única que lo sabía y todo por un descuido tuyo Robert.

Todas las miradas se posaron en mi. Pero yo no dejaba de ver a Cedric. Hijo de perra. Tu fin será el peor.

—Lo escuché todo —continuó—, y  pueden preguntarle a Peter, él tambien lo sabía, por eso le urgía llevársela.

En un abrir y cerrar de ojos, Lena se elevó en el aire y fue contra mí. Me dio un fuerte golpe en la cara, y Robert la apartó antes de que pudiera hacerme algo peor. Me quité de ahí muy rápido y corrí para salir pero el bosque estaba cubierto de llamas intensas que me impedían el paso. Robert y Lena peleaban con todas sus fuerzas. Esto era peor de lo que me imaginé. Cedric ya no estaba aquí. Se había desvanecido.

Lena tomó una flecha y la clavó en el brazo de Robert, éste pegó un grito de dolor pero no se detuvo y golpeó la cabeza de Lena con un trozo de madera. Ella cayó inconsiente.

—¡Alex por aqui! —Anthony me tendió la mano y vacilé por un segundo—,  maldita sea, por favor, confía en mi.

Sus ojos eran sinceros. Demasiado para ser verdad. Miré hacia atrás, hacia el bosque consumido y tomé su mano.

—Estarás a salvo, lo juro.

"El Elemento Perdido #1: Fuego" ⚠️Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt