Photograph

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Apenas terminó la última clase de hoy, salí de el aula y caminé hacia la salida, donde había quedado en encontrarme con William. Él me había dicho que tenía una sorpresa para mí, así que estaba emocionada.

Cuando llegué, el estaba ahí parado, esperándome con una sonrisa en el rostro. Estaba usando una polera Lacoste con cuello color azul oscuro, un jean negro y zapatos a juego. Caminó hacia mí y me dió un delicado beso.

-Hola, te ves muy linda- me dijo mirándome de arriba a abajo. Yo sonreí y le agradecí.

-Gracias, y cuál es la gran sorpresa que tenías para mí?

-Te lo diré después de almuerzo. Vamos- Toma mi mano y caminamos hacia su auto, el mío lo había dejado en el parqueo del edificio.

Subimos a su auto y partimos. Yo abrí la ventana y de mi bolso saqué un cigarrillo y lo encendí.

-Qué crees que haces?- dijo William mirándome con una mezcla de sorpresa y enojo.

-Es solo uno, lo que pasa es que estoy estresada, nada más- digo mientras boto el humo por la ventana.

Sacude su cabeza en desaprobación.

-Te das cuenta el daño que te estás haciendo? No quiero que lo hagas, por favor.

-Está bien, éste será el último.- digo y le doy otra calada. Odio que me digan que hacer, pero no quiero pelear ni arruinarnos la tarde.

Tiempo después llegamos a Friday's, un restaurante que a mí me encantaba. Bajamos y al entrar buscamos una mesa para dos. Nos sentamos y el mesero nos trajo el menú. Yo pedí una deliciosa carne con sus respectivos acompañamientos y él pidió una enorme hamburguesa. Ambos ordenamos una limonada para tomar.

-Ya puedes decirme cuál es la sorpresa?- le pregunté ansiosa.

-No- dijo con una sonrisa triunfal. -Tendrás que esperar un poco más.

Le hice un puchero y le saqué la lengua. Amaba las sorpresas, pero odiaba la espera.

Nuestros pedidos llegaron y empezamos a comer. Todo estaba increíblemente delicioso. Cuando terminamos, pagamos la cuenta y salimos; para volver a subir a su auto.

Cuando partimos, volví a preguntar cuál era la sorpresa.

-Te han dicho que eres muy impaciente?- rió y tomó mi mano, depositando un suave beso en ella -Te lo diré en un momento.

Anduvimos un rato más en el auto hasta que parqueó en frente de una plazuela en la que había un parque infantil. Bajamos y tomados de la mano caminamos hacia este.

Nos sentamos en los columpios y empezamos a columpiarnos. Al principio íbamos despacio pero la velocidad y la altura, al igual que las risas, fuéron aumentando. De repente, William gritó: Salta!

Los dos lo hicimos y caímos lado a lado en el suelo. Estallamos en risa y cuando logramos calmarnos, nos miramos a los ojos mientras sonreíamos.

-Hace mucho que no reía así- le dije. Y era verdad, había pasado mucho tiempo desde que lo había hecho.

-La verdad que yo tampoco.- dijo esbozando una sonrisa-Te amo- digo plantando un beso en mi nariz.

-Sólo eso?- le dije haciendo un puchero. Él ya me había dicho "Te amo" más de una vez, pero yo todavía no me sentía lista para decírselo.-Un beso en la nariz, nada más?

Se acercó más y empezamos a besarnos. Los dos nos sentamos, sin separar nuestros labios. El beso se intensificó y casi sin darme cuenta, yo estaba encima de él, y el me tenía rodeada por la cintura.

Sin vuelta atrásWhere stories live. Discover now