Reencuentro y explicaciones

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Desde el segundo en el que abrí mis ojos hoy en la mañana el sentimiento de nervios y angustia se apoderaron de mi cuerpo. El simple hecho de pensar que estoy a horas de reencontrarme con Ian luego de haber pensado por años que él había fallecido me pone la piel de gallina. Sin mencionar que anoche no pude dormir casi nada.

Estoy en una especie de trance. Hago toda mi rutina matutina mecánicamente, sin siquiera pensar en lo que estoy haciendo. Junto a William desayunamos y hablamos un rato, pero yo solamente respondía con monosílabos, mi mente está en otra parte.

Luego de eso me despedí de él excusándome diciendo que tengo que ir a alistarme para ver a esa ''amiga'' del colegio con la que me veré hoy. Y aunque no es del todo mentira, me sentí mal al no contarle la verdad. Crucé el pasillo y al entrar a mi departamento fui directamente al baño a darme una ducha. Cuando estuve lista, salí de esta y me vestí con ropa bastante sencilla. Me puse un lindo y simple vestido celeste, acompañado de unas sandalias. Cepillé mi cabello y me apliqué un poco de maquillaje. Quería verme bien pero no demasiado arreglada.

Finalmente terminé de alistarme y al ver la hora noté que ya faltaba poco para que sea la hora del reencuentro. Luego de tomar mi bolso junto con mis cosas salí de mi departamento y bajé en el ascensor hasta la planta baja y luego avance hacia mi auto y arranqué inmediatamente en dirección al centro comercial.

Ahora mismo me encuentro en el estacionamiento de éste. Llegué hace un par de minutos pero simplemente no puedo bajarme. Me quedo sentada en el auto incapaz de moverme. A solo un par de pasos de distancia se encuentra mi antiguo novio del que estaba realmente realmente, el cuál pensé que había fallecido y por el cuál sufrí meses después. Estoy petrificada.

Cierro los ojos y respiro para tranquilizarme y tomar fuerzas de dónde no tengo en este momento para poder enfrentarme a lo que viene. Después de un rato lo consigo y salgo del auto con rapidez antes de arrepentirme y salir corriendo.

Hago mi camino dentro del centro comercial y avanzo a pasos acelerados hacia la plaza de comidas, lugar en el cual nos encontraremos. Una vez que llego ahí, doy unos cuantos pasos hasta quedar en medio de todas las mesas y los restaurantes. Miro entre la marea de gente que se encuentra ahí sentada en busca de Ian, sin saber exactamente que es lo que busco. Es decir, recuerdo su rostro perfectamente, pero no sé como puede haber cambiado en este tiempo ni si sigue viéndose igual.

Miro en varios lados, tratando de ubicarlo para poder acercarme a él y hablar. Estoy tan distraída que no me doy cuenta en que momento una figura masculina se detiene en frente mío, a solo centímetros de distancia. Al girarme para verlo, siento como si todo se detuviera a mi alrededor y las únicas dos personas que existimos en este momento somos él y yo. Podría reconocer esos ojos dónde sea. Siento como mi corazón comienza a latir con fuerza y mi respiración se agita.

Definitivamente es él. Tiene su negro cabello un poco más largo de la última vez que lo vi. Además, se ha hecho mucho más tatuajes de los que recuerdo que tenía. Estos están dibujados en un musculoso cuerpo, contrario al delgado que antes tenía.

Nos quedamos quietos, sin movernos ni un solo centímetro del lugar y la posición en la que nos encontramos. Tampoco decimos ni una sola palabra, ya que ninguno de los dos sabe que decir. Simplemente nos quedamos callados, observándonos, asimilando todo lo que podemos el uno del otro al vernos después de tanto tiempo. Y la verdad es que es demasiado.

-Hola- habla él como si nada después de una buena cantidad de tiempo, la verdad es que no podría decir exactamente cuanto.

No sé porque el escuchar su voz en persona nuevamente me molesta y afecta mucho más de lo que lo hizo el escucharla por teléfono. Antes siquiera de poder pensar en lo que hago, levanto mi mano y le doy una buena cachetada en su mejilla izquierda. Él vuelca la cara y lleva una mano al lugar dónde lo golpeé mientras su rostro muestra una expresión de dolor. Siento como las lágrimas amenazan con querer salir pero me contengo. La gente a nuestro alrededor se nos queda mirando hasta les dedico una mala mirada y vuelven a sus asuntos.

Sin vuelta atrásWhere stories live. Discover now