Te amo

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Estoy sentada en uno de los taburetes del mesón de mi cocina comiendo una tostada con mantequilla acompañada de un café mientras observo por mi ventana los edificios que se encuentran al lado de mi edificio. 

Me siento realmente cansada. Anoche no dormí nada ya que me quedé pensando en la pelea que tuve con Andrew y recordando todo lo que pasó después. Luego de que él se fuera, entré a mi casa aguantándome las lágrimas para que mis padres no sospecharan nada y no hicieran preguntas. Ya que mi auto no lo tenía ahí, les pedí que me prestaran su Jeep para irme a mi edificio y luego nos despedimos, diciendo que nos veríamos mañana.

Manejé hasta mi departamento y apenas llegué a este comencé a llorar. Lloré no solo por la pelea con Andrew, sino por todo. Estos últimos meses en mi vida habían sido tan duros y confusos. Yo me encontraba realmente confundida. No sabía lo que quería, y ni siquiera me reconocía a mi misma. Quería a Andrew, pero lo quería como a un amigo? No lo sé. Sería capaz de olvidar a William en algún momento? No lo sé. Podría volver a amar? No lo sé.

Todas esas preguntas e interrogantes me habían rondado toda la noche, hasta que finalmente caí rendida bajo los efectos del sueño. Y ahora que me encontraba despierta, aunque no tan descansada, volvía a repasar las mismas dudas sin encontrar respuesta a ninguna. Solo había logrado llegar a una conclusión: No soy quién solía ser.

Porque? Porque he sido lastimada. He pasado por un montón de situaciones y malos momentos que me han hecho quién soy hoy. A través de estos años, muchas cosas han pasado. Cosas que me han cambiado...Cosas grandes, cosas pequeñas. Desde mi depresión y mis desórdenes alimenticios, pasando por mis desventuras amorosas hasta llegar a la pérdida de un hijo. Todo. A medida que el tiempo pasa, nadie se queda siendo la misma persona. Uno no se queda igual por siempre. El dolor le hace eso a la gente.

Pero sé que voy a estar bien. Aunque en este momento me sea difícil creerlo, sé que lo voy a estar. A pesar de que ya me lo haya dicho antes, ahora lo repito: De ahora en adelante no importa lo que pase, me voy a mantener fuerte y voy a salir de ésta.

Termino de comer y miro la hora: Ocho de la mañana. Ya es hora de que salga para el hospital. Ayer al irme de ahí había quedado con mi hermana que iría a visitarla a ella y a mi sobrino, por lo que tenía que irme ya. 

Ya estoy duchada y vestida, por lo que simplemente me levanto del taburete dejando los trastos del desayuno ahí, ya los lavaría más tarde. Tomo mi cartera y meto mi celular, mis llaves, mi billetera y un par de gafas ahí, y ya estoy lista. Salgo del departamento cerrando la puerta con llave y llamo al ascensor.

 Espero pacientemente cuando una voz detrás mío me sobresalta.

-Hola Skylar.

-Hola William- respondo mientras me doy la vuelta y lo observo.

Trae una polera Polo ploma, un pantalón de mezclilla azul y zapatos a juego. Se cortó el pelo y lo tiene levantado en la punta. Se ve bien. Las puertas del ascensor se abren y él me da espacio para que pase para luego entrar él.

Presiono el botón de la planta baja y siento cómo el me observa. Miro hacia arriba y ambos estamos en silencio. Segundos después, estira su brazo y presiona el botón de parada de emergencia del elevador, haciendo que este se detenga de golpe.

-Qué haces?- pregunto enojada.- Estoy apurada.

-No puedo seguir así Skylar. Tenemos que hablar.

Bufo frustrada. No ahora, por favor.

-Otra vez William? No crees que ya se volvió muy repetitivo esto?- digo señalándonos a los dos- Creí que ya habíamos dejado todo claro ayer.

Sin vuelta atrásWhere stories live. Discover now