Tiempo al tiempo

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Después de dar vueltas por el estacionamiento en busca de un lugar en el cual dejar el auto, finalmente encontramos uno y Andrew maniobra hasta que logra entrar perfectamente en el reducido espacio entre otros dos autos.

Apaga el auto y luego de sacar la llave del contacto, abre la puerta de su lado y sale del vehículo y antes de que me dé tiempo para soltarme el cinturón ya se encuentra de mi lado abriéndome la puerta para que pueda salir.

-Gracias, no era necesario- le digo mientras salgo del auto. 

-No hay de que- responde el y cierra la puerta para después empezar a caminar junto a mí hacia la entrada del cine.

El siempre tenía esos actos de caballerosidad conmigo y con todas las chicas en general desde que lo conozco y nos volvimos amigos,  pero desde que confesó sus sentimientos hacia mi no se si lo hace ya por instinto y costumbre o el que le guste tiene algo que ver.

De hecho, no hemos vuelto a tocar el tema desde aquel día que discutimos en casa de William, ni siquiera lo mencionó cuando vino a disculparse y retomamos nuestra amistad...Probablemente ya ni sienta cosas por mí, así que es mejor de darle vueltas al tema y seguir como si nada.

Ya dentro del cine, empezamos a mirar la cartelera en busca de alguna película para ver.  

Miramos varias opciones y luego de descartar varias, estábamos indecisos entre ver una película de dibujos animados o una de superhéroes, pero al final nos decidimos por Deadpool.

Nos acercamos a la señorita que vendía las entradas y le pedimos dos entradas para aquella película. Ella asintió y después de que le pagamos, nos entregó los boletos y se despidió de nosotros con una gran sonrisa. Debe estar harta de sonreírle así a todos los clientes.

La función empezaba en unos diez minutos, por lo que teníamos el tiempo suficiente para comprar las palomitas y las bebidas y entrar con anticipación a la película.

Caminamos hacia el mostrador y Andrew ni siquiera tuvo que preguntarme que era lo que quería, ya que siempre que íbamos juntos al cine pedíamos lo mismo: Dos gaseosas y un gran tarro de palomitas saladas con bolas de chocolate. Lo sé, suena asqueroso, pero en realidad sabe como la gloria.

Pagamos y luego de agradecerle al señor que nos atendió, caminamos en búsqueda de la sala donde proyectarían nuestra película.

La encontramos y entramos directamente en busca de nuestros asientos, que eran en la última fila, en lo más alto de toda la sala. Sinceramente, pienso que ese es el mejor lugar de todos. Subimos las gradas hasta allí y luego nos sentamos en nuestras butacas correspondientes.

-Hace mucho que no hacíamos esto verdad?- preguntó Andrew una vez que ya estuvimos bien acomodados.

-Es verdad, hace bastante- respondí con nostalgia.- Lo extrañaba.

-Yo también.- responde el esbozando una media sonrisa.-Oye Sky, quería decirte que...

En ese momento, las luces de la sala se apagaron y la película empezó, por lo que no pude llegar a escuchar lo que el me quería decir. Ya saben, no hay manera de hablar durante una película sin que te callen cada dos segundos.

Dirigí mi atención a la pantalla y empecé a disfrutar de la película. A medida que avanzaba, las carcajadas de toda la sala eran cada vez mas sonoras y mas seguidas, era un chiste detrás de otro. La verdad es que no pensé que una película de superhéroes pudiera ser tan graciosa.

En medio de la película, yo estaba tan absorta en ella y totalmente encantada por ella, que no me di cuenta en que momento el brazo derecho de Andrew terminó rodeándome los hombros y se quedó allí, dejándonos bastante cerca el uno del otro.

Sin vuelta atrásHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin