1. NO TE VAYAS, PEETA (Reeditado)

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CAPÍTULO 1: NO TE VAYAS, PEETA

POV KATNISS

" Sintiendo el tiempo más pesado
y más contaminado,
Con mis sentidos mas errados.
Asimilando cada vez la situación
De que no estás
cuando yo vuelvo a casa mal.
Ya nada me hace gracia,
que estoy desorientado...
desesperado
(Coro)
Es que si tú no vuelves,
Yo seguiré muriendo,
cada dia un poco.
Que vivo ausente,
Y amanecer sin ti,
es cosa de locos.
Es que sin ti las horas,
Tienen color a oscuridad,
Y a pleno vuelo.
Han cambiado las cosas.
Estoy solo y tengo miedo.
Por los rincones,
corren tus palabras.
Aún aquí puedo escucharlas,
Y cada sílaba,
me rompe el corazón.
Porque quizás, yo guardo
la esperanza igual,
que un dia regresarás
que estoy hecho pedazos,
desesperado
(Coro)
Es que si tú no vuelves,
Yo seguiré muriendo,
cada dia un poco.
Que vivo ausente,
Y amanecer sin ti,
es cosa de locos.
Es que sin ti las horas,
Tienen color a oscuridad,
Y a pleno vuelo
Han cambiado las cosas.
Estoy solo y tengo miedo.
Y Aunque parezca una exageración.
Me siento como en un destierro,
Estando en una olla de presión
De represión y sentimiento.
Yo me estoy ahogando,
me estoy muriendo,
Y ya no aguanto.
Por los rincones,
corren tus palabras.
Aún aquí puedo escucharlas.
Y cada sílaba,
me rompe el corazón
(Coro)
Es que si tú no vuelves.
Yo seguiré muriendo,
cada día un poco.
Que vivo ausente,
Y amanecer sin ti,
es cosa de locos.
Es que sin ti las horas,
Tienen color a oscuridad,
Y a pleno vuelo.
Han cambiado las cosas.
Estoy solo y tengo miedo."

" TENGO MIEDO"
De
CHAYANNE

VÍDEO DE LA CANCIÓN PROXIMAMENTE EN MULTIMEDIA (Ahora esta fallando wattpad)

−¡Parad! ¡Parad! Damas y caballeros, me llena de orgullo presentarles a los vencedores de los Septuagésimos Cuartos Juegos del Hambre: ¡Katniss Everdeen y Peeta Mellark! ¡Les presento a los tributos del Distrito Doce!

Apenas podemos creer lo que estamos escuchando, hemos ganado, hemos sobrevividos. Miro a Peeta sorprendida, veo que él también está igual, rápidamente escupimos las bayas y yo me limpio la lengua con el borde de la camisa para asegurarme de que no quede nada. Peeta, como si fuera un auto reflejo, me toma de la mano y me arrastra hacia el lago, donde los dos nos enjuagamos la boca y nos abrazamos, sin fuerzas.

−¿No te has tragado ninguna? −le pregunto preocupada, es evidente que no lo hizo si no estaría muerto. Me arrepiento de preguntarlo al instante al darme cuenta que es una pregunta estúpida.

−No ¿y tú?

−Supongo que no, porque sigo viva. Pero casi, había empezado a morderla y salió jugo.

−Yo casi les clavé los dientes –reconoce.

−Dos segundos más y hubiéramos muerto.

−No tengo dudas.

Peeta sonríe, está feliz, más feliz de lo que lo he visto en toda la estancia en la arena, a excepción de las veces que lo besaba, o lo atendía. Peeta me pide abrir la boca y sacar la lengua.

−La tienes levemente teñida de violeta, pero no queda nada. De todas formas, enjuágate nuevamente.

Peeta agarra una de nuestras botellas vacías y la llena con el agua del lago. Agua que se puede consumir sin purificarla realmente. Y me la entrega, llevó agua a mi boca varias veces más y la escupo; y vuelvo a repetir el proceso, bajo la atenta mirada de él.

EN TODO ESTARÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora