7. PRESIDENTE SNOW (PARTE I) Reeditado

1.2K 84 23
                                    

CAPÍTULO 7: PRESIDENTE SNOW

POV KATNISS

POV KATNISS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Desde que vi a Peeta, pasé unos varios días seguidos escabulléndome de mi habitación para verlo durante las noches.

Al cuarto día, supe que despertó y lo cambiaron de habitación... a una común –ha pasado por tres distintas, lo que significó que un paso más en su recuperación– y me permitieron verlo de forma oficial, desde que me dieron de alta pasé días y noches enteras cuidándolo y acompañándolo.

Ahora que está fuera de peligro, lo trasladaron al hospital subterraneo del Centro de Entrenamiento. A mí me han dado de alta hace casi una semana al mismo tiempo que lo trasladaron en ambulancia a él hasta nuestro lugar. Aquella vez, a pesar de la insistencia de los médicos, ambos compartimos ambulancia. Yo me negué a dejarlo solo durante el trayecto y Peeta no tuvo conflictos con ello. Por el contrario, estaba encantado de lo acompañara. 

Han pasado poco más de dos semanas, Peeta se encuentra mejor pero sigue internado y yo lo visito a diario. Ningun empleado del hospital dice nada, todos se dan cuenta que resulta imposible alejarme de él.

Hemos podido conocernos más, pero aunque no me he atrevido a revelarle mis sentimientos desde que está consciente, nos hemos besado muchas veces. Me gusta estar con él, acariciarlo y besarlo, a veces me encuentro buscando excusas para hacerlo o deseándolo. Peeta me tiene paciencia, sabe que es muy apresurado y quiere que vayamos con calma. Es feliz porque estoy con él, a pesar de todo, y en ese aspecto puedo decir lo mismo respecto a mí.

Ahora estoy en mi habitación, preparándome para hacerle una nueva visita a Peeta. Se supone que no debía verlo hasta la entrevista, pero luego de saber que me escabullí varias veces, Haymitch cedió y no se opuso. Se muestra genuinamente sorprendido, creo que no pensó que me preocuparía tanto mi compañero, le extraña la frecuencia con la pido que me lleven a verlo, pero sabe que Peeta me necesita también.

Es bueno que se hagan compañía mutuamente y se apoyen –dijo una vez en el camino al hospital, en un tono que pareció esconder algo más profundo que no se animó a decir–. Lo necesitarán mucho de ahora en adelante.

Me voy al comedor, ya que es hora del desayuno. Justo después Effie me llevará hasta el hospital de tributos y mentores. Entre hoy y mañana le dan el alta a Peeta y eso me emociona, porque significa que se encuentra fuera de peligro. Debe seguir el tratamiento con medicación y visitas medicas periódicas al Distrito, pero se pondrá bien y podrá volver a caminar como antes en un par de meses o semanas.

–Buenos días –saludo a los presentes, Effie y Cinna. Portia se quedó cuidando a Peeta. ¿Y Haymitch? Solo Dios sabe donde está. Tal vez esté bebiendo en su habitación o sigue dormido.

Me siento entre medio de ambos y me saludan con un beso en la mejilla.

–Hola, querida ¿Cómo has dormido?

EN TODO ESTARÉWhere stories live. Discover now